El incremento en la tarifa del gas natural también golpea en los sectores más humildes, específicamente en aquellos que utilizan garrafa. Dudas sobre la continuidad del programa social que permitía la compra de las mismas a un valor subsidiado.
El aumento de tarifas no sólo afectará a los usuarios de gas natural, sino que golpeará aún más en los habitantes de barrios periféricos que no cuentan con la red y deben usar gas envasado, ya sea en garrafa o tubo. De hecho, todavía no hay precisiones sobre la continuidad de la “garrafa social” que, hasta el año pasado, se podía conseguir a un precio subsidiado a comparación con el vigente en el mercado.
En la ciudad existen cuatro grandes distribuidoras de gas envasado licuado (Amarilla, Dugas, YPF Gas y Balza) que trabajan tanto con garrafas de 10 kilos como con tubos de 45 kilos. Los precios de mercado indican que una garrafa de 10 kilos cotiza a $120, mientras que el tubo de 45 kilos cuesta $630.
La duración de los mismos varía de acuerdo al uso que se le dé, ya sea que se utiliza para cocinar, bañarse o calefaccionarse. Hasta ayer, en ninguna de las empresas tenían conocimiento de la vigencia de la “garrafa social”.
“La garrafa social se dejó de vender el año pasado y no tenemos novedades sobre lo que va a pasar este”, explicaron desde la distribuidora Dugas.
El año pasado, para esta misma fecha, una garrafa de 10 kilos tenía un costo de $97 aunque a través de los subsidios la misma quedaba a $20. Claro que eran muy pocas las unidades que se conseguían a ese precio -debido a la disponibilidad y a la existencia de un determinado cupo- por lo que en general se terminaba pagando entre $40 y $50, de acuerdo al lugar dónde se la comprara.
Dudas
Como generalmente la utilización del gas envasado se da en los sectores más vulnerables de la población, hasta el año pasado funcionó el “Programa Hogar”, que permitía adquirir la garrafa a un precio menor al existente en el mercado.
En Mar del Plata, desde la municipalidad -a través de la dirección de Control- se armó una red para la entrega de las mismas, a través de distintos puntos geográficos. Incluso, aunque a un precio mayor, se podían conseguir en algunas sociedades de fomento.
También el año pasado para esta época, entraba en vigencia el nuevo sistema de acceso: ya no había más comercios adheridos que percibían la bonificación del Estado para abaratar el precios del gas envasado, sino que los vecinos que reunían los requisitos para ser beneficiarios recibían en sus cuentas bancarias un monto mensual para la compra de dos, tres o cuatro garrafas según el mes del año.
Cabe recordar que, a precio del mercado, en abril de 2015 una garrafa de 10 kilos costaba $97.
Ayer, en la municipalidad nadie daba precisiones sobre el tema. En la dirección de Inspección General que comanda Adrián Coalli, que el año pasado controlaba la entrega y distribución de la “garrafa social”, no contestaron las consultas de LA CAPITAL.
Por su parte, la secretaria de Desarrollo Social, Vilma Baragiola, explicó que “es un programa nacional que directamente baja desde la Nación” aunque no dio precisiones sobre cuándo ni cómo se implementará o la continuación del mismo.
La funcionaria estimó que entrará en vigencia “a partir de mayo” y anunció que tiene previsto un viaje a Buenos Aires para hablar con las autoridades nacionales de Desarrollo Social sobre “la garrafa social y la tarifa social de gas y luz”.
Aunque no precisó si el operativo de distribución estará bajo su órbita, la radical se mostró de acuerdo con “darles una mano para organizarlo con nuestras áreas sociales en los barrios, para acercar el producto al que menos tiene”.