Corriente de solidaridad entre Mar del Plata y de una de las comunidades más postergadas del país: la de la aldea Guapoy, cercana a Puerto Iguazú. De hacer turismo, a un compromiso social permanente.
La aldea Guapoy está situada al norte de la Provincia de Misiones, muy cerca de Puerto Iguazú, en Puerto Libertad. Más específicamente, en el acceso de la Ruta Nacional 12, entre el lago Urugua-í y el control de gendarmería. Se trata de una comunidad guaraní que vive en condiciones de extrema precariedad.
En el lugar, hay una escuela, la 807. A ella asisten los chicos de la comunidad, y algunos de aldeas vecinas. El colegio cuenta solamente con dos maestros que se dividen todos los años: de inicial a tercero, y de cuarto a séptimo.
Una de estas maestras es Lucy Fernández, quien estuvo hace poco tiempo en Mar del Plata y pudo hablar sobre la vida en la comunidad Guapoy. Ella tiene 13 hermanos, y fue religiosa durante 23 años. A partir de allí, surgió en ella la necesidad de comprometerse con los más pobres y por ello decidió trabajar como maestra en Guapoy.
A Mar del Plata llegó porque dos mujeres de nuestra ciudad, Sandra y su hija Milagros, tomaron conocimiento de la realidad que se vivía en esta comunidad y decidieron comenzar a ayudarla. Desde entonces, juntan donaciones en Mar del Plata para luego hacerlas llegar a Puerto Libertad.
Lucy contó que varias de las personas que colaboran con la comunidad Guapoy, como es el caso de Sandra y Milagros, llegan a conocerla gracias a su visita turística a las Cataratas del Iguazú. De camino, muchos turistas bajan y ven la aldea, pasan a saludar, y luego se comprometen con esa realidad. “Ven cómo viven los niños, en un estado de precariedad. A veces han venido al horario de estar cocinando afuera, con la fogata, al aire libre. Y bueno viendo todo ese sacrificio se sensibilizaron y pronto empezamos a recibir ayuda de alimentos y en 2013 nos llevaron una cocina de gas, y también útiles, son los elementos básicos que nos han ido acercando”, relató la maestra.
Lucy es maestra de inicial a tercer grado en la comunidad Guapoy
Enseñando a pesar de las dificultades
Lucy explicó que las condiciones en las que viven los niños y sus familias en la aldea Guapoy es muy precaria. Aseguró que ella llegó a dar clases a la intemperie, debajo de dos limoneros. “Después UNICEF creó un comedor, así que lo usamos como espacio educativo y de alimentos. Eso sería la parte de infraestructura, precariedad total. Las mesas son inadecuadas, los asientos también, y el Ministerio por ahora no se está haciendo cargo..”, comentó Lucy.
Además, habló sobre las dificultades que le representa, como maestra, tener chicos de inicial hasta tercer grado, todos juntos. “Le estoy enseñando a multiplicar a un chico mientras que otro no sabe ni siquiera las letras”.
Por otra parte, explicó que la cantidad de chicos que asisten a la escuela disminuye a lo largo del año. “Empezamos con 67 niños pero, por falta de traslado y de seguridad, porque los colectiveros tampoco le tratan bien a los niños de las aldeas vecinas, se redujo y cerramos el año con 45 niños. Pero al iniciar el año suelen volver y tenemos mucha población, pero después merma”, explicó la maestra.
A pesar de todo ello, tanto ella como el otro maestro, y como todas las personas que colaboran con esta comunidad guaraní, siguen trabajando sin descanso para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Colaborar
Para colaborar con esta población, es posible hacer donaciones de alimentos no perecederos y útiles, que son algunas de las cosas que más se necesitan.
Con la colaboración de Milagros, también se está armando una página de Facebook, que ya se encuentra como “Escuela Guapoy Ayudanos a Ayudar”. También es posible comunicarse con la Producción de Un Sueño para coordinar una donación.