Dentro de diez días casi todos los lotes del partido y la zona estarán cosechados. Hay picos en el rinde de hasta 9.000 kilos por hectárea pero en muchos espacios las heladas de octubre-noviembre dejaron su huella.
Por Oscar Lardizábal
Sol a pleno, altas temperaturas, baja humedad. Condiciones climáticas excelentes para el tramo final de las cosechas de trigo y cebada en el partido de General Pueyrredón y la zona, que culminarán a más tardar en diez días con rindes promedio satisfactorios, si bien más bajos que los esperados a partir de un gran optimismo inicial.
La media de los rindes se ubica en la mayoría de los lotes entre los 4.000 y 5.000 kilos, si bien en las zonas altas se llega a picos de unos extraordinarios 9.000 kilos. Sucede que aún en un mismo cultivo, pero en zona baja, se puede descender a los 3.000 kilos.
La causa de los resultados por debajo de las expectativas del principio de la campaña fueron las heladas registradas en la zona entre mitad de octubre y noviembre, justamente en el tiempo crítico de la floración. Es la misma razón de las pronunciadas diferencias entre zonas altas y bajas, ya que en éstas el efecto de las heladas es más intenso. También las heladas son más intensas y perjudiciales en partidos distantes del mar, como Tandil, Azul y Olavarría.
“Este final de cosecha es satisfactorio aún cuando no se cumplieron plenamente los pronósticos que eran muy optimistas”, dijo ayer a LA CAPITAL Campo el presidente de la Sociedad Rural de General Pueyrredón, ingeniero Esteban Area.
Buenas calidades
El representante de los productores destacó además la buenas calidades obtenidas tanto con el trigo como con la cebada, aquél con alto índice de proteína, y ésta con un “calibre” de más del 85 por ciento y también alta proteína. Dicho “calibre” elevado hace apta la cebada obtenida para la cada vez más demandante industria cervecera. De aquí que el cultivo de la cebada vaya año tras año reclamando áreas sembradas más amplias. También a favor de la cebada es el hecho de que muestre mayor resistencia a las heladas que el trigo.
El propósito de aprovechar al máximo el buen tiempo de fin de año y las perspectivas de lluvias importantes para los próximos días determinan que el trabajo en los campos se esté desarrollando “algo de golpe”, y que así deba enfrentar algunos problemas logísticos, como la insuficiencia de máquinas cosechadoras y la demora en el ingreso de barcos en los puertos. El segundo obstáculo logístico provocará que el productor deba recurrir a un mayor número de silos bolsa, ya que es previsible que la limitada capacidad de silos cercanos a las estaciones marítimas se vea colmada.
Otros cultivos
El ingeniero Area se refirió además a otros cultivos como la soja de segunda y los de gruesa (soja, girasol y maíz). Paradójicamente también las lluvias moderadas del mes resultaron benéficas, en este caso para la siembra de la soja de segunda. En cuanto a la gruesa, con cosechas a sucederse desde fines de febrero y principios de marzo, las buenas expectativas se mantienen, si bien productores y técnicos saben que deben mantenerse alertas a las plagas que suelen surgir en la época.