De acuerdo a la pericia de la Policía Científica, un disparo en la cabeza fue el causal de muerte del hombre cuyo cuerpo apareció en los techos de una vivienda.
El cadáver descubierto esta mañana en los techos de una casa del barrio San Martín con un avanzado estado de descomposición tenía una herida de arma de fuego en la cabeza.
Así le fue confirmado al fiscal Leandro Arévalo a través del informe preliminar de autopsia del Cuerpo Médico Forense de la Policía Científica, confirmándose la hipótesis inicial de que se podía tratar de un homicidio.
En un primer momento y debido a las condiciones en las que estaba el cuerpo, no podía establecerse con certeza si presentaba lesiones mortales y de qué tipo, aunque algunas circunstancias que los peritos notaron en el lugar daban cuenta de la posibilidad de una muerte violenta.
Ahora con la confirmación científica del disparo, el cual además tenía una trayectoria ascendente -probablemente accionado el arma homicida desde el suelo-, la pesquisa se orienta a la identificación de la víctima. En principio trascendió que tenía tatuajes visibles de temática “tumbera” y habrían trascendidos los datos filiatorios concordantes con un hombre con antecedentes de apellido Leguizamón.
El hallazgo se produjo estas mañana cuando el dueño de una casa de Mateotti al 2600 descubrió que en la techos había una persona fallecida. Al acercarse pudo comprobar que el cadáver tenía ya un proceso de descomposición en avance. Al respecto, los peritos adelantaron que la data de la muerte podría ser una semana atrás hasta cuatro días.