Arte y Espectáculos

“Temporal (como nunca hubo llovido)”: en tono de farsa, una reflexión sobre los prejuicios y cómo impactan en la soledad

Llega desde La Plata, la primera obra escrita y dirigida por Adriana Sosa, artista interesada en piezas y temáticas que puedan ser protagonizadas por mujeres de más de sesenta años.

La obra “Temporal (como nunca hubo llovido)”, escrita y dirigida por Adriana Sosa, desembarca este fin de semana en Mar del Plata y Miramar.

La propuesta, en tono de farsa, aborda los prejuicios, la soledad, lo no dicho y hecho, de una forma en la que invita reir y reflexionar. “En esta obra, el temporal no solo está en el clima” advirtió la directora platense, en una charla con LA CAPITAL, antes de la llegada con su primera puesta, a la ciudad.

Con actuaciones de Martha Bugiolachi y Mónica Calcagno, mundo sonoro creado por Manuél Falcón, escenografía, vestuario y maquillaje de Julieta Sargentino, diseño de luces de Claudio Cogo, vestuario de Julieta Sargentoni y Magalí Salvatore y fotografía de Fernando Massobrio, subirá a escena este sábado 30 de septiembe a las 21 en Espacio Kostantin de Miramar (Dupuy y Calle 28) y este domingo 1 de octubre a las 19, en El Séptimo Fuego (Bolívar 3675).

“La obra aborda, desde dos personajes bastante estereotipados, los prejuicios que tenemos cuando nos encontramos ante personas que no conocemos, prejuicios que nos pueden llevar a no poder construir un vínculo con la otra. En este caso, dos mujeres grandes y solitarias, que en algún momento tienen un acercamiento pero la mirada prejuiciosa se impone en ellas y ese intento de acercamiento queda abortado” señaló Sosa.

-¿Es parte de una indagación más general de las temáticas que aborda esta obra?

-Me interesa escribir obras con mujeres mayores como protagónicas, porque como actriz me doy cuenta de que hay muy pocas obras para ser protagonizadas por mujeres de más de sesenta años. En los últimos tiempos con las corrientes dramatúrgicas feministas que buscan encontrar una voz propia, han aparecido más, pero sigue siendo muy desparejo el caudal de obras para protagónicos de hombres y de mujeres y si a eso le atravesamos el tema de la edad, es doblemente difícil de encontrar. Por eso ésta obra y la que estoy ensayando que se llama “El camino que seremos” se instala en mujeres de más de 60 años.

-¿Por qué creés que los prejuicios pesan más que la soledad, el aislamiento? ¿Por qué las diferencias pesan más que las similitudes que podamos tener?

-No soy una estudiosa del tema pero creo que las formas de comunicación que se han instalado en los últimos años, cada vez más mediatizada por la virtualidad, trajo consigo la construcción de un otro, cuando es desconocido, como antagonista.

No quisiera meterme en temas de análisis complejo pero hay algo de la tribu que se arma en las redes, las redes funcionan como endogámicas y eso lleva a que no nos interese escuchar lo que la otra tiene para decirnos, si eso que nos dice, no nos reafirma nuestra propia creencia. Es como si solamente escucháramos nuestra propia voz replicada y la voz disidente se construye como antagonista, por lo menos eso me parece.

Las actrices de “Temporal (lo que nunca ha llovido”), en escena.

-¿Por qué decidiste hacerla en tono de farsa?

-Los personajes no son empáticos, y tienen algunas actitudes jodidas, por eso me pareció que la mejor forma de abordarlo es con un poco de humor.

-¿Cómo fue el trabajo con las actrices para llevar adelante esta pieza?

-Empezamos a ensayar a fines del 2019 y cuando retomamos en el 2020 luego del receso de verano, nos agarró la pandemia. Hicimos algunos ensayos por plataforma, pero estuvo parada la obra más de un año, porque siendo todas de más de 60 hasta no tener varias dosis de vacunas contra el covid no retomamos las juntadas presenciales, así que fue un proceso largo. También en el medio tuvimos que hacer un reemplazo.

Pero aparte de esa realidad que atravesaron muchos espectáculos, el proceso fue muy gratificante. Es mi primera experiencia como directora y tampoco antes había trabajado con ninguna de las actrices, ni ellas habían trabajado antes juntas, y la verdad es que se formó un grupo muy sólido, tan así, que seguimos ahora ensayando la otra obra, a la que incorporamos una tercera actriz. Para mí fue un proceso muy enriquecedor, todo aprendizaje.

-¿Cómo es la puesta?

-Es minimalista, buscamos reducir al mínimo los elementos, porque consideramos que cada elemento que está en el escenario adquiere mayor dimensión simbólica.

Con Julieta Sargentoni que es la responsable de la escenografía, el vestuario y el maquillaje, trabajamos la paleta cromática tanto en vestuario como en escenografía, buscando que los limitados elementos en escena y el color, todo narre y construya el mundo donde sucede la acción y que ese mundo construido sea consecuente con la historia narrada.

También trabajamos mucho con Manuel Falcón el mundo sonoro, porque la obra transcurre durante un temporal, o sea que hay un afuera determinante en el encierro que viven estas dos mujeres. Pero ese temporal, Manuel no lo trabajó en forma naturalista, sino que busco sonidos emanados de los propios ensayos con los cuales construir una tormenta, porque el temporal no solo está en el clima, en esta obra.

No quiero dejar de mencionar el diseño de las luces que le pertenece a Claudio Cogo que arma un espacio teatral bellísimo.

-¿Cómo se dio y qué expectativas tenés en cuanto a la llegada con esta obra a Mar del Plata y Miramar?

-La gira la proyectamos porque queremos que la obra sea vista, y circule por todos lados.

Cuando diseñamos la escenografía tuvimos en cuenta el desplazamiento de la obra, para que sea “todo terreno”, porque el teatro es ese encuentro con la gente.

Esperamos que puedan acercarse a ver las funciones del sábado en Miramar y el domingo en el Séptimo Fuego.

Estamos ansiosas de poder presentarla en la Costa.

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