Se agotaron en las farmacias, kioscos y hasta supermercados marplatenses. La situación refleja que "la demanda supera a la oferta"
“No hay repelente”. La frase se multiplica en comercios de distintos rubros, en cualquier barrio de la ciudad, ante la consulta sobre el producto estrella ante el brote de dengue y no hay fecha de reposición.
Aunque cabe recordar que todavía en Mar del Plata no existen casos autóctonos por la ausencia del mosquito Aedes aegypt, la prevención o la paranoia ante la posibilidad de contagio agotó el stock de los repelentes.
Ya sea en formato de crema o spray, el recomendado para bebés o de duración prolongada, el repelente se encuentra “en falta” tanto en las farmacias, como en kioscos o incluso en los supermercados. La foto de hoy en la ciudad replica lo que ya sucedía en Buenos Aires o en otras ciudades del país.
“No se consiguen repelentes de ningún tipo, ni siquiera a base de citronela u opciones de marcas. Estamos desabastecidos porque las droguerías que nos proveen no tienen y tampoco figuran como que van a entrar. No hay nada de ese tipo de insumos”, explicó la farmacéutica Antonela Testore, de farmacias Bauzá.
Desde el Colegio de Farmacéuticos local confirmaron la situación. “No hay en ningún lado y tampoco se consigue la droga para elaborarlo en la farmacias, la Dietiltoluamida (DEET), que es importada”, detalló a LA CAPITAL el presidente de la entidad, Mario Della Maggiora.
A su entender, la situación refleja que “la demanda supera a la oferta” y analizó que “nadie esperaba esta cantidad de mosquitos”.
La droga DEET es el ingrediente habitual de los repelentes de insectos, desde garrapatas a mosquitos, y desarrollado como pesticida agrícola, el Pentágono lo utilizó para sus soldados en la jungla durante la Segunda Guerra Mundial y luego en Vietnam. Recién en 1957 tuvo uso civil, convirtiéndose SC Johnson y Unilever en los fabricantes.
Aunque hay varias marcas comerciales, la fabricación en el país es casi un monopolio. El jueves el Gobierno nacional confirmó que se abre la importación del tan demandado producto.
Agotado
Ni en kioscos, supermercados chinos o farmacias ubicados sobre Alem se encontraron repelentes. “No quedó nada, los pocos que teníamos se los llevaron en el fin de semana largo los turistas. Compraban hasta siete frascos, una locura”, contó a LA CAPITAL una de las cajeras de la sucursal de un minimercado de origen marplatense.
Al contrario de lo que sucede con otros artículos, habitualmente casi ningún comerciante tiene stock de repelente. “El producto tiene un año de vencimiento, pero después de tres meses va perdiendo efectividad, entonces nadie se quiere clavar. Lo que está pasando es inaudito”, advirtió uno de los empleados de una sucursal céntrica de una cadena internacional de supermercados.
El cambio de tendencia lo fueron notando, a principios de verano, en la farmacia Sur de Colón al 5900. “Nunca tuvimos tanta demanda de repelentes como este año, había veces que los sprays nos quedaban en el estante. Y este año pasó todo lo contrario y vendimos mucho más de lo normal”, contó.
“Lo poco que nos quedaba se terminó con el fin de semana largo. Muchos turistas aprovecharon y se llevaron varios. Nosotros vendimos, no podemos preguntar si son de acá o no. Ahora no sabemos cuándo se va a reponer”, contó el encargado de un eslabón céntrico de una cadena de supermercados local.
La situación fue aprovechada por algunos especuladores y subieron los precios, aunque también hubo comerciantes responsables. “Acá no subimos los precios, se mantuvieron, con pisos de 3 mil pesos, el envase más económico de la marca más conocida”, especificaron en la farmacia de Colón y Chile.
“Los precios son los mismos que tenían, no aumentaron. Algunos ya de por sí son caros, como los recomendados para bebés o los que tienen duración prolongada. Siempre fueron un poco más caros”, detalló la farmacéutica Testore.