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“Tatore” Vuoso, del mar a la cancha a fuerza de goles

El histórico goleador de Aldosivi se prestó al diálogo con LA CAPITAL. Recordó que prácticamente jugaba sin entrenar por su trabajo, que nunca cobró en el fútbol y pidió que el equipo de Guillermo Hoyos pueda mantenerse en primera división.

por Víctor Molinero

 

En tiempos de cuarentena y actividades deportivas en suspenso muchos se han dedicado hacer balances o simplemente un repaso de su historia. En Aldosivi hace días que la pelota no rueda. La pandemia por el coronavirus dominó la escena, al punto que el fútbol pasó a un segundo plano. Hoy la incertidumbre es tal que no está claro que si la Copa de la Superliga podrá seguir jugándose en algunas semanas o quedará trunca y el fútbol argentino volverá recién para encarar la temporada 2020/2021.

Este Aldosivi de Guillermo Hoyos peleaba al momento de la suspensión por mantenerse en la elite del fútbol argentino. Con una escasez de goles que lo complicó (acumula 23 goles en sus 24 partidos de la temporada). Al punto que Federico Gino, un mediocampista “mixto” es, con 5 tantos, quien más veces llegó al gol.

Sesenta años atrás la historia era bien distinta. El fútbol en Mar del Plata era otro. La ciudad no tenía ningún equipo codeándose con los grandes como sucede ahora. No existía el profesionalismo por estos lares.

Sin embargo, las canchas se atestaban para ver a aquellos jugadores amateurs que le daban forma a las distintas categorías de la Liga Marplatense.

Aldosivi contaba por entonces con un delantero que hoy le hubiese solucionado varios problemas a Hoyos. Salvador Vuoso.

“Tatore” como lo conocen desde entonces, debutó con un gol en la primera de Aldosivi en 1953, a sus 16 años, en un 1-1 frente a San Isidro. Y jugó en el club portuense (con un paso fugaz por River) hasta 1968, convirtiendo alrededor de 350 goles (400 si se le suman los que hizo en un par de temporadas en tercera)

En la temporada 1958 convirtió 30 goles en 14 partidos y fue determinante un año después, cuando Aldosivi logró el ascenso a primera división. Allí marcó 22 tantos en 21 cotejos.

Allí compartió plantel con Juan Carlos Mannini (uno de sus compañeros de ataque, convirtió 16 goles en 19 cotejos), Antonio De Rosa, Néstor Amorena, Adolfo Martín, Néstor Correa, Carlos Cabrera, Reinaldo Lamas, Daniel De Diego, Oscar Carlucci, Juan Rodríguez, Isidoro Vinagre, Carlos Alberto Martín, Natalio Di Maio, Juan Capelutti, Luis Falaschini, Carlos De Rosa, Hugo Amosso y Antonio Di Iorio

El periodista José Luis Ponsico lo comparó en su momento, por las cualidades futbolísticas y físicas, con Sergio “Kun” Agüero: “era rápido, astuto, valiente, de físico pequeño”.

Pero claro, aquel “Tatore” estaba lejos del profesionalismo y los millones que rodean hoy al fútbol. Lo suyo era puro amor por la camiseta.

Tanto que Vuoso se bajaba de las tradicionales lanchitas amarillas del puerto -donde trabaja día a día- para ir a la cancha de Ministerio a jugar con Aldosivi.

La verdad es que en ese época casi ni entrenábamos porque teníamos que trabajar. Yo era el segundo de los varones de ocho hermanos y tenía que trabajar. Cuando se salía a la pesca de la caballa a veces estábamos todo el día en el mar. Pero se hacían buenas temporadas. Si trabajabas te podías comprar un terrenito o un autito eh. Además en esa época había mucho trabajo, eran más de 200 las lanchitas amarillas. Pasé infinidad de temporales ahí arriba. Pegaba cada salto la lancha”, recuerda hoy el propio “Tatore”, quien trata de sobrellevar la cuarentena forzada por la pandemia del coronavirus mirando televisión o haciendo algunas cosas en su casa.

“Yo nunca cobré por jugar en Aldosivi. A lo sumo nos pagaban una comilona después de ganar un partido importante”, admitió anoche en diálogo con LA CAPITAL.

“En esa época en el club era toda gente trabajadora. Los mejores momentos los pasé en Aldosivi. Grandes jugadores, grandes dirigentes. Era una familia. El padre de mi señora jugó y fue dirigente en Aldosivi, dos de mis cuñados también jugaron ahí”, agrega con nostalgia.

De aquel equipo que logró el ascenso en 1959 destaca que tenía una gran delantera. Y cuando se le pregunta por Mannini no ahorra en elogios. “Era el conductor del equipo y el capitán. Me metía cada pase de 30 metros para picar a las espaldas de los fullbacks que eran increíbles. Vinagre era otro muy bueno. Hizo dos goles el día del 4-3 a Talleres (NdR: Aldosivi dio vuelta un clásico electrizante en el San Martín para quedar a las puertas del ascenso, que conseguiría en la fecha siguiente). Yo en ese partido no hice goles. Jugué más retrasado y metí tres pases gol igual ehh”, asegura.

“No es de agrandado pero la verdad es que hacía muchos goles. Adentro del área le daba con las dos piernas. Hice goles de chilena, de palomita, de volea, de taquito, de todas las clases… Un día le ganamos 5-0 a Racing en Ministerio y metí los cinco goles. Después hice seis en un 8-3 a Boca“, saca chapa Tatore.

“Tenía pique corto y le pegaba con los dos. Era un delantero flaquito, de 1,69 metros, goleador” se autodescribe.

“Cuando un partido se presentaba sencillo había que aprovechar para sumar goles en la tabla. Por aquel entonces competíamos para ser goleador con Carlos Bruno, de Kimberley o Cándido González, que había venido de grande a Quilmes y salió campeón varias veces en primera acá” explica sobre sus rivales entre los máximos artilleros de cada temporada.

“Con las lesiones tuve suerte. Una vez sola tuve algo importante porque intenté hacer una chilena y caí mal, con el brazo izquierdo primero y después el cuerpo. Me terminé quebrando la clavícula”, se lamenta.

Salvador Vuoso espera el final de la cuarentena para volver a disfrutar de su café con amigos en Padre Dutto y 12 de Octubre. “Ahí nos juntamos con gente conocida del puerto y hablamos de todo un poco. De fútbol y de todo. Va Roberto Gonzalo, que jugaba de “4” en Talleres y pasó a Gimnasia de La Plata; “Manija” Mústico … Mucha gente va”, dice.

“Tatore” afirma que José Sand fue el último goleador que tuvo Aldosivi y que sigue al equipo en la actualidad por televisión pero también yendo a la cancha.

“Tengo carnet y voy al palco con mi señora a veces. El último que fui a ver es con San Lorenzo, que jugamos bien pero perdimos. Ojalá que Aldosivi se quede en primera porque sino va a ser muy duro volver”, pide.

Un goleador de otra época que iba de la lancha a la cancha y convertía goles de todas formas y con una facilidad asombrosa. Uno de esos jugadores que tanta falta harían hoy por el puerto.

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