Hacienda le dio despacho por mayoría a las ordenanzas fiscal e impositiva. Sin embargo, todavía no hay acuerdo por la suba de la TSU y otros tributos. Buscan consensuar antes de la sesión, que se haría el viernes.
La comisión de Hacienda del Concejo Deliberante volvió a aprobar las ordenanzas fiscal e impositiva, pero los concejales del oficialismo y la Secretaría de Economía y Hacienda seguirán negociando el porcentaje del incremento de la Tasa de Servicios Urbanos (TSU) y otros tributos.
Con el voto de los arroyistas Mauricio Loria, Patricia Serventich y Guillermo Arroyo, y de Alejandro Carrancio (Crear), la comisión aprobó el mismo despacho que había llegado a la sesión y fue devuelto hace dos semanas. Se trata del que contiene un incremento de 37% promedio en uno de los ítems de la TSU.
Esta vez la aprobación llegó con el compromiso de seguir discutiendo el porcentaje hasta la próxima sesión, que en lugar de este jueves se haría el viernes. Es que el radicalismo, aliado crucial para alcanzar los votos en el recinto, reclama que ese ítem no supere el 30%. “En este contexto económico y después del mensaje que dieron las urnas, el municipio debe hacer el máximo esfuerzo para no perjudicar a los contribuyentes”, dijo a LA CAPITAL la radical Cristina Coria, que en la votación se abstuvo y dejó en claro que no acompañará las ordenanzas fiscal e impositiva tal cual fueron despachadas por la comisión.
Las conversaciones para reducir el aumento seguirán mañana. Ya está acordada una reunión de concejales con funcionarios y técnicos de la Secretaría de Hacienda. La intención es ver el piso de incremento con el que podría funcionar la Municipalidad y, dado que los porcentajes refieren a un ítem de la tasa, tener una dimensión del impacto que tendrían los aumentos en el bolsillo de los contribuyentes.
También están en discusión otros puntos, como los mínimos de la tasa por Inspección de Seguridad e Higiene, que pagan los comercios e industrias.
Los bloques opositores de Unidad Ciudadana, Acción Marplatense y 1País votaron en contra. “El municipio arrastra un problema estructural: siempre carga la presión en dos tasas, la TSU y la de Seguridad e Higiene. No creemos que sea la estrategia correcta”, dijo Virginia Sívori, de Unidad Ciudadana, y consideró “descabellado” tratar en agosto una tasa anual.
La edil opositora les pidió “responsabilidad” a sus pares del oficialismo al momento de comunicar los porcentajes de aumento. “La fórmula de la TSU es compleja. Y siempre sucede que se comunica un porcentaje y después las subas son mucho mayores”, advirtió.
Las ordenanzas fiscal e impositiva fueron presentadas por el Ejecutivo a fines de octubre del año pasado, junto con el presupuesto. El propio secretario de Hacienda, Hernán Mourelle, anunció a los concejales en una reunión de comisión de fines del año pasado que el aumento era de 37% para el primer semestre y de 49% para el segundo.
A comienzos de año, el Ejecutivo modificó el calendario de pagos: en lugar de doce cuotas estableció ocho, con lo que se aseguró de hecho un incremento respecto al año anterior. Pero a partir de septiembre, si no se aprueban las ordenanzas que están en debate, el municipio no podrá emitir nuevas boletas.