por Leo Jaciuk
l.jaciuk@nh-hotels.com
Un dulce exquisito, ideal para una tarde de té, con posibilidades de lucirse con la presentación, sobre todo si es en tarteletas individuales. Una opción para quedar muy bien en una ocasión especial. Se tata de una preparación que requiere de dos técnicas básicas de la pastelería, como una base de masa sable dulce y una crema diplomática, partiendo de una pastelera. Espero que la disfruten.
Ingredientes
Para la base
130 gramos de manteca
40 gramos de azúcar
200 gramos de harina
Para la crema pastelera
1/2 litro de leche
125 gramos de azúcar
6 yemas
40 gramos de almidón de maíz
1 chaucha de vainilla
Para la crema diplomática
200 gramos de crema de leche
5 gramos de gelatina
35 cc agua
Para el topping
1/2 kg de frutillas
Preparación
Para la base, derretir la manteca en una olla a fuego muy suave. Mezclar con el azúcar y la harina. Enmantecar un molde desmontable de unos 24 cm. de diámetro o cuatro moldes de tarteletas individuales. Extender la masa, que estará muy húmeda, con los dedos, por la base y los lados hasta cubrir de forma pareja. Hornear durante 10 minutos y dejar que se enfríe.
Para la crema pastelera, en una cacerola colocar todos los ingredientes. llevar a fuego y revolver permanentemente, para que no se pegue al fondo y hasta que tome cuerpo.
Una vez que rompa hervor cocinar por 1 minuto más para pasteurizar, sin dejar de revolver para evitar grumos. Reservar.
Para formar la crema diplomática, batir la crema de leche a medio punto, para que tome un poco de cuerpo y reservarla en la heladera.
Batir bien la crema pastelera, agregarle la gelatina hidratada con agua y la crema batida. Mezclar con movimientos envolventes.
Lavar las frutillas y cortarlas en cuartos.
Rellenar la tarta o las tarteletas con la crema diplomática y, por último, distribuir las frutillas. Si quieren, pueden pincelar las frutillas con un almíbar para darles brillo y decorar con hojas de menta.