Ahora la visita es al ascendente Instituto. Desquite del juego que protagonizaron el último martes en el Polideportivo. Sigue en duda John De Groat por el lado de los locales.
Peñarol enfrenta esta noche, a priori, un compromiso más exigente que el que no supo resolver el último viernes ante Atenas de Córdoba. En la misma capital mediterránea, a partir de las 21, los dirigidos por Marcelo Richotti visitarán a Instituto de Córdoba, en un rápido desquite del cotejo que ambos protagonizaron el último martes en el Polideportivo.
El equipo marplatense se impuso ese día, aunque con algo de polémica en un último cuarto atravesado por el mal arbitraje de Roberto Smith y Julio Dinamarca. Los cordobeses lamentaron esa noche la apresurada expulsión de Rodney Green (apenas por un intercambio de manotazos con Roy Booker, quien también se fue a los vestuarios) y la técnica a Sam Clancy que supuso su quinta falta en el partido y que lo dejó a merced de los internos de Peñarol.
Más allá de haber jugado un buen partido, esa noche el elenco de Richotti tuvo suerte con esos fallos para propinarle a “La Gloria” la única derrota en ocho partidos.
El escenario de esta noche será distinto. El viernes Atenas detuvo el andar de Peñarol, que no supo resolver las varias ocasiones favorables que se presentaron para adueñarse del partido en el Polideportivo “Carlos Cerutti”. Hoy en el “Angel Sandrín” la exigencia cambiará bastante.
No sólo porque Instituto está mejor que los “griegos” en el torneo. Lo más significativo es que se trata de un equipo de características opuestas. Atenas le tiró a Peñarol toda la artillería que tiene cerca de los canastos para encarrilar un partido que se le presentó complicado de arranque.
Instituto, con un solo interno natural y definido, el poderoso Sam Clancy, es la antítesis de su clásico rival. Hoy, sobre todo con John De Groat otra vez en duda por la distensión en su rodilla izquierda, es temible por la agilidad, velocidad y contundencia de su perímetro.
Por eso será clave manejar el ritmo del juego e imponerse en la lucha por los rebotes. A Peñarol también se le da mucho mejor correr que jugar cinco contra cinco. Solucionar los problemas de recobre que evidenció en el “Carlos Cerutti” -perdió esa lucha por 42 a 28, 21 a 10 en el primer tiempo- le dará mejores posibilidades.
Pero también será clave convertir rápido de ataque a defensa y correr con inteligencia cada vez que se le presente la ocasión. De lo contrario, este Instituto -que dos días más tarde de su caída en el Polideportivo ante los “milrayitas” dio una muestra cabal de su poderío contraatacador- se lo puede hacer pagar muy caro.