El vicepresidente de la UCR afirmó que "sería un error" definir la candidatura presidencial de Cambiemos sin elecciones primarias. Además resaltó que desde el radicalismo no están de acuerdo con varias políticas de la gestión actual.
El vicepresidente de la UCR, Federico Storani, volvió a pronunciarse este miércoles a la mañana a favor de que la candidatura presidencial de Cambiemos se defina en primarias para “blanco sobre negro las diferencias” entre el radicalismo y “el Gobierno del PRO”, las que consideró que “son bastantes en muchos aspectos”.
“Creo que lo mejor sería concurrir a unas elecciones que están previstas por otra parte por la ley. Eso permitirá poner blanco sobre negro las diferencias que tenemos con el gobierno que son bastantes en muchos aspectos”, dijo Storani.
Para el dirigente bonaerense, si hay competencia en primarias abiertas, podría haber “una campaña que permita que de cara a la sociedad eso se debata”.
“Nos parece raro que nosotros no presentemos una alternativa cuando hay muchos temas en los que estamos en desacuerdo”, agregó el exministro del Interior.
En declaraciones a FM Milenium, Storani consideró que “sería un error” definir la candidatura de Cambiemos para suceder a Mauricio Macri sin primarias.
“Lo peor que podría ocurrir es que gran parte del electorado que nosotros contenemos, de esa manera (si no hay primarias) puede decir si no tengo una forma de expresarme puedo llegar a expresar otra opción y eso sería un error”, enfatizó.
Storani dijo que “si habilitan las PASO sería una forma de contener a todos los sectores, aún aquellos que están descontentos”.
“Hoy es el gobierno más que nada del PRO, no es el gobierno de Cambiemos“, aclaró el dirigente radical, quien señaló que “hay muchas de las políticas que se llevan adelante que rozan el ADN radical, que no estamos de acuerdo y que de algún modo hay que manifestar esas diferencias”.
Para el dirigente bonaerense, en las últimas internas en La Pampa, donde se impuso el precandidato radical, Daniel Kroneberger, el postulante del PRO, Carlos Mac Allister, había sido respaldado por “prácticamente todo el Gabinete” nacional y aún así perdió.