por Leo Jaciuk
l.jaciuk@nh-hotels.com
El bacalao común o bacalao del Atlántico o bacalao de Noruega (Gadus morhua) es una de las cerca de 60 especies de una misma familia de peces migratorios que vive en mares fríos del norte, especialmente del Atlántico y el Báltico.
Se encuentra en lechos marinos lodosos, arenosos o gravilla y se alimenta de zooplancton, gusanos, moluscos, etc.
Por lo general es de tamaño pequeño, aunque algunos ejemplares pueden llegar a alcanzar los cien kilogramos de peso con un tamaño de hasta casi dos metros.
Si bien no se encuentra en nuestras costas, a través de la influencia española en nuestro país es un ingrediente de uso tradicional, sobre todo, en época de vigilia.
El bacalao seco permitió durante siglos a numerosas poblaciones continentales europeas disponer de reservas proteínicas. Es un pescado blanco y, por tanto, posee un bajo contenido graso y además de las proteínas posee una amplia variedad de vitaminas y minerales entre las que se destacan vitaminas del grupo B, principalmente la B1, B2, B6 y B9. El bacalao también posee cantidades discretas de vitaminas D, E y A. En relación con los minerales, prevalecen el potasio y fósforo.
El bacalao salado aporta cantidades extraordinarias de sodio -hasta 8.100 miligramos por 100 gramos-, dado que se utiliza la sal como conservante, pero se pueden reducir a la mitad si se pone a remojo.
En este caso y teniendo en cuenta no solo que se acerca la vigilia de Semana Santa, sino que el otoño ya nos está mostrando su cara más fría, les propongo esta suculenta y sabrosa sopa.
Sopa de papa y bacalao
Ingredientes
(para 4 personas)
300 gramos de bacalao desalado
4 papas grandes
3 dientes de ajo
1 cucharadita de pimentón dulce
C/n de harina de trigo
2 cucharadas de perejil fresco picado
Aceite de oliva virgen extra
Preparación
Sumergir el bacalao en agua durante al menos 24 horas. Escurrir bien los trozos, enharinarlos y freírlos a fuego medio-alto en un cazo con un dedo de aceite de oliva.
Una vez dorados, retirarlos a un plato con papel absorbente o a una rejilla y reservar.
Pelar las papas y cortarlas cascándolas.
Calentar una olla a fuego medio-alto, añadir un par de cucharadas del aceite de fritura y marear en él los ajos bien picados y las papas.
Hacer un hueco entre las verduras, echar media cucharada más de aceite y sofreír el pimentón unos segundos.
Remover bien y mojar con agua hasta cubrir.
Incorporar el bacalao, subir el fuego y esperar a que levante el hervor.
Dejar cocinar a fuego suave, con hervor pausado, durante 15-20 minutos o hasta que las papas estén blandas.
Entonces, sacudir con cuidado la olla para que las papas suelten almidón y liguen el caldo. Probar y corregir el punto de sal y servir. Se puede decorar cada plato con un poco de perejil picado.