por Gerardo Gómez Muñoz
Los días que se están viviendo y los que vendrán que todavía ni siquiera se avizora qué depararán, no admiten la mirada corta y la intención mezquina. Dicen con mayor precisión los grandes conocedores de los entresijos de la conducta humana que las situaciones límites marcan la grandeza o la bajeza de la persona.
Hoy parece que la humanidad se está encaminando a ese culmen cuando se analiza el nivel que alcanza la discusión cada vez más descarnada acerca de si ante el drama universal de la pandemia hay que elegir entre salvar al ser humano cueste lo que cueste o prescindir de ese esfuerzo supremo en aras de un mejor futuro y bienestar de los que se salven.
No busquemos esas alturas quizás desmesuradas y vayamos al aquí y ahora que, felizmente, deja atrás la miseria que tiene su lugar grande o pequeño en el quehacer del hombre porque es emocionante el esfuerzo que la inmensa mayoría de nuestra comunidad hace para que cada uno cuide su vida y la del otro.
La crítica fácil se centra casi siempre y con razón fundamentada en la política y sus actores, estos hoy son evidentemente superados por otros actores que motivados por el poder material pretenden convencer que salvándose ellos el género humano se salvará. Felizmente el escenario marplatense, como el nacional, tiene esta vez una conducción política de ideas y principios claros.
El domingo cuando muchos creían que había llegado el momento de iniciar una etapa de apertura aliviando la cuarentena, el intendente Guillermo Montenegro comunicó que en Mar del Plata no se aliviaba el aislacionismo ni se abrían las puertas a los negocios, comercios, industrias, deportes, reuniones ni fiestas ni caminatas que posibilitarían abrir caminos al enemigo mortal e invisible.
Algunos, tal vez, se refrieguen las manos disimuladamente y murmurando que “Montenegro no podrá pagar los próximos sueldos porque no se recaudó nada”. No escucharon que el mismo domingo el gobernador Alex Kicillof anunció que la provincia asistirá con su aporte a los 135 municipios.
Hubo algún dirigente que tuvo cierto problema con un depósito extraño en Rivadavia casi Independencia, que ahora apareció como cabeza de la CTA opositora a reclamar más alimentos para los pobladores de los barrios. A los entendidos, la cuestión les llamó la atención: arguyen que ese sector tiene dos funcionarios en Desarrollo Social, secretaría de Verónica Hourquebié, dirigente radical de amplia trayectoria e idoneidad para la función pública.
Por otra parte, la ministra provincial Fernanda Raverta, peronista de sobrada militancia e inserción en el campo social, nunca hizo jugadas impropias o sectarias en la ayuda a la gente necesitada y hoy tiene, además de equipos calificados, una Secretaria General en su ministerio que es casi su “alter ego”, atenta para cubrir eventuales falencias. Además en el campo social la comuna tiene colaboradores que se multiplican para atender. Y a continuación, un tema todavía no tratado por los medios pero que habla de la nueva política: nada menos que peronistas-kirchneristas trabajando en una construcción social con radicales y otros asociados de la alianza de Montenegro.
Los Mercados Barriales
El concejal Roberto Gandolfi del Frente de Todos había presentado el Proyecto de Mercados Barriales para llevar alimentos a diferentes zonas de la ciudad. Ya está en marcha como una creación que articula la Secretaría de la Producción con los comités de Emergencia Barrial, con importante participación del subsecretario del área Gustavo Serebrinsky. Este, de la mano con Gandolfi, articula el esfuerzo del Ejecutivo que no es poco, habida cuenta que en la semana pasada inauguró el sexto local y se viene otro que se ubicará en el barrio Libertad y hay otros diez barrios más pidiendo participar.
En el esfuerzo se logró la participación decidida de Montenegro de su secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti, el equipo de Comunicación Municipal, los titulares y agentes del Emsur, Envial y Emder para lograr la instalación de los locales que por su repercusión merece a la vez no sólo que se llenen las dependencias sino que suelen hacer su aparición Vilma Baragiola y Marcos Gutiérrez -titulares de los bloques de la UCR y del Frente de Todos, respectivamente- que terminan dando una mano.
Oposición racional
Hay gente que con tradición racional en la política se sabe ubicar en el campo de la política entendida como la búsqueda del bien común. Felizmente en estos momentos dramáticos son mayoría y tratan de jugar lo suyo, pero sin ignorar que lo importante es buscar los acuerdos y el mejor camino. No es un simple detalle, a nadie escapa ya que en el oficialismo escasean los tradicionales duros y duras de tiempos cercanos y que enfrente los que quieren ir “a por ellos unos pocos inconsolables por la derrota”. Pero en la UCR local hay una conducción que forma parte sustancial en el gobierno de Montenegro, esencial en la política de la convivencia. Allí en primer lugar hay que anotar al marplatense virtual jefe del radicalismo local y conductor del bloque de Juntos por el Cambio, Maxi Abad.
El jefe de gabinete de la Provincia, Carlos Bianco, agradeció el apoyo que le expresó Abad, ante la necesidad de pedir más recursos al Gobierno nacional para la provincia de Buenos Aires. El gesto de madurez política y apoyo de la oposición se dio en el marco del encuentro que convocó Bianco con todos los presidentes de bloque de la Legislatura para hacer un repaso de las acciones que se vienen haciendo en el marco de la pandemia de Covid-19. “Como pasó en su momento cuando fuimos por la recuperación del Fondo del Conurbano y algunos sectores de la oposición acompañaron con proyectos, con declaraciones y con presencia física en el recinto. En esa misma línea nosotros ahora ratificamos nuestra convicción de que la Provincia siempre aportó más de lo que le asignaron y que es necesario revertir esa distorsión porque es lo que corresponde”, sostuvo el diputado marplatense.
En esa reunión Abad también le planteó a Bianco cinco puntos para trabajar en conjunto entre el Ejecutivo y la Legislatura, lo que en realidad es decir entre oficialismo y oposición. Los temas cubren prácticamente la totalidad de las urgencias y de las importancias del momento: además del ya mencionado pedido de mayor asistencia económica de Nación a la Provincia y también a los municipios, la oposición propuso trabajar en la situación de los ciudadanos varados, en tener más información sobre la ayuda del Estado para beneficiarios de planes y programas de asistencia para evitar superposiciones y hacerla más eficiente. También incluyó la situación de los médicos extranjeros que vendrán a la Provincia y el pedido de que se revaliden sus títulos, y la necesidad de contar con la información sobre cómo está la situación del sistema sanitario en la Provincia luego del trabajo realizado durante esta cuarentena para fortalecerlo.
Abad insistió en la necesidad de que la Legislatura vuelva a funcionar. Tanto en la reunión con Bianco, como al día siguiente cuando reunió a todo su bloque para repasar los 190 proyectos que los diputados de Juntos por el Cambio tienen esperando tratamiento y que apuntan a diversos aspectos de la situación actual, tanto de los sanitario, lo económico y lo social. En este punto, Juntos por el Cambio tiene una posición firme y mantiene el pedido al oficialismo para que reactiven las sesiones y el poder legislativo retome plenamente sus funciones.
Posición firme que dista mucho de lo que empezaron a hablar Mauricio Macri, la “comandante” Patricia Bullrich, el frustra “casi vice” Pichetto. Es decir las dos corrientes en este frente y sin mencionar a importantes intendentes y al poderoso jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, comienzan a ser evidentes, en perspectivas no tan lejanas.