El intendente Guillermo Montenegro ratificó que apostará al diálogo con la Provincia y la Nación. Hizo un repaso de sus primeros tres meses de gestión y habló del "desorden" que encontró. También anunció obras y planes en distintas áreas.
Como se esperaba, el intendente Guillermo Montenegro abrió ayer el 105° período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante con una apuesta al diálogo con los gobiernos nacional y provincial, que por primera vez en cuatro años tienen otro color político que el municipal.
“Soy un tipo práctico: siempre voy a conversar con el Gobierno nacional y provincial para el beneficio de Mar del Plata”, dijo, pero también avisó: “Solo me voy a pelear cuando sea necesario defender los intereses de los marplatenses y batanenses”.
Montenegro ingresó al recinto del Concejo a las 13 –el acto había sido convocado 12.15– y se ubicó en primera fila. A diferencia del acto de asunción, el 10 de diciembre, esta vez no estuvieron en primera fila su pareja y sus hijos mellizos. Se sentó al lado del secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti, y del coordinador de Gabinete, Alejandro Rabinovich. Los primeros asientos los completaron el secretario de Seguridad, Darío Oroquieta, y su par de Salud, Viviana Bernabei.
Cumplidos los requisitos formales de la sesión preparatoria, que ratificó en la presidencia al radical Ariel Martínez Bordaisco, el intendente subió al estrado y brindó un discurso sobrio de media hora. “Esta gestión estará abierta al diálogo todas las veces que sea necesario. Creemos en la fuerza del compromiso y el trabajo en conjunto. El Presidente y el gobernador saben que pueden contar conmigo y con todo el equipo para trabajar en los temas que beneficien a esta ciudad”, aseguró cerca del final.
“Porque no es tiempo de peleas electorales. Es momento de trabajar todos juntos para que Mar del Plata y Batán salgan adelante. Cuentan conmigo para atender cada necesidad y resolver cada problema que haya que resolver”, agregó.
No fueron los únicos párrafos destinados a su convivencia con los gobiernos nacional y provincial del Frente de Todos. Incluso mencionó a su principal opositora, Fernanda Raverta. Fue al hablar de sus prioridades en Desarrollo Social. “Que la ministra de Desarrollo de la Comunidad de la provincia sea marplatense nos genera esperanza. Va a encontrarnos siempre dispuestos a trabajar en conjunto en pos de mejorar la vida de las personas más vulnerables de nuestra ciudad”, dijo. Y, en un gesto amistoso, la llamó por su nombre: “Fernanda y yo sabemos muy bien cuáles son las prioridades”.
El intendente afirmó que desde el primer día “reorganizó” el municipio para “poner todo el esfuerzo al servicio de marplatenses y batanenses”. Comentó que se revisó la situación de cada dependencia municipal. “Encontramos desorden”, apuntó. “Los recursos no sobran y por eso es indispensable no malgastarlos”, advirtió. Y puso como ejemplo de austeridad su decisión de reducir un 20% su sueldo y un 15% el de sus funcionarios.
En cuanto a la política de personal, subrayó que “se revisarán todos los contratos” temporarios –incluso los firmados por Arroyo antes de sus últimos seis meses de gestión–. “No es una política persecutoria, se trata de cumplir la ley y de cuidar el dinero de los marplatenses y batanenses, que tiene que volver en obras, en servicios y en mejoras en la calidad de vida”, diferenció.
Se remontó a la primera semana de gestión, cuando anunció la conformación de una mesa para hacer frente a las emergencias con la participación de las áreas de Seguridad, Salud y Defensa Civil, y con la articulación con Bomberos y las demás fuerzas nacionales y provinciales. “Lamentablemente –dijo– tuvo que funcionar el primer domingo de la gestión a raíz del incendio en Torres y Liva, uno de los más difíciles de la historia de nuestra ciudad”.
Puntualizó que también se actuó en forma coordinada durante las tormentas fuertes. “Esta es la manera en que yo concibo la gestión”, hizo notar.
A la seguridad la puso en el centro de la escena. Anunció la implementación de un anillo digital para controlar los ingresos y egresos de la ciudad –ver aparte–. Y destacó la necesidad de convertir a Mar del Plata en una “ciudad segura para todos”.
Enfatizó además los avances en materia de salud. “Tal como me comprometí, comenzamos a ampliar los horarios en los Centros de Atención Primaria de la Salud que contaban con la infraestructura y los recursos humanos necesarios”, indicó.
Destacó el incremento de atenciones en las salas y el CEMA, al tiempo que anunció obras en los centros de Batán, Alto Camet, Ingeniero Miconi y El Martillo. “Nuestro equipo de la Secretaría de Salud está trabajando en la ampliación de la cobertura odontológica para llegar a todos los vecinos de Mar del Plata, Sierra y Batán”, agregó.
En materia de educación remarcó la devolución de la bonificación docente y el trabajo de la unidad de gestión para reparar las escuelas. Indicó que eso permitió que las clases comenzaran ayer en tiempo y forma.
Por su parte, al Concejo le agradeció el tratamiento del presupuesto y le pidió “trabajar en conjunto para discutir el transporte de los próximos años” y la reformulación de la Tasa de Servicios Urbanos.