por Vito Amalfitano
Una primera mirada a la lista de 23 fútbolistas que eligió Jorge Sampaoli para afrontar el Mundial de Rusia deja algunas ideas -fuerza para desarrollar en la previa antes del debut ante Islandia que después podrán perder sustento con el correr de la competencia, si todo funciona bien con el equipo titular, o cobrar actualidad si se necesitan variantes y no responden a la altura de las circunstancias.
La primera sensación que deja la nómina, no solo por los nombres y las características de los jugadores, sino por las mismas explicaciones que se dan para algunas convocatorias, es que sobran polifuncionales y faltan especialistas.
Tiene sentido esa teoría si Ansaldi entra porque el DT no lo vio a Mercado 10 puntos en los entrenamientos de esta semana y porque Salvio no lo convenció en esa extraña “polifuncionalidad” de improvisarlo como “4”; si Marcos Acuña puede ser lateral o volante; si a Cristian Pavón lo considera volante o delantero; si Maximiliano Meza entra y no Centurión porque el de Independiente ocupa más puestos que el de Racing…
Toma más dimensión si se considera que los dos volantes centrales, Lucas Biglia y Javier Mascherano, no están físicamente al 100 por 100 y no hay un “5” especialista de alternativa; que no hay un volante por derecha clásico; que no hay un lateral derecho tradicional; que no hay un 9 de área “suplente” para Gonzalo Higuaín.
Si tenés en un plantel a Cristian Pavón para desbordar y tirar centros, ante la eventualidad de un partido que hay que resolver así porque no se puede de otra manera, no aparecen precisamente cabeceadores para recibir esos envíos.
También por estas horas se deslizó que en el caso de Ricardo Centurión, que era la alternativa lógica a Di María y que además podía aportar un plus de desequilibrio para destrabar justamente aquellos partidos que se puedan complicar, tuvieron que ver, al parecer, cuestiones extradeportivas. Sería grave. Hay que recordar que un dirigente que le puso tarjeta roja al jugador de Racing sustenta su poderío en los juegos de azar y por eso se puso en duda en algún momento su “idoneidad” para ocupar cargos internacionales. O que el propio entrenador vivió un episodio en el que se equivocó en un control de alcoholemia, por ejemplo. Y con ese criterio,-el de cuestionar actitudes extradeportivas de Centurión-, Diego no podría haber jugado ningún Mundial. Quien este libre de pecado…seguramente se desayuna con agua bendita.
La buena noticia en la lista es la abundancia de jugadores con buen pie. Ojalá eso redunde en un mejor abastecimiento para Messi. Justo lo que le falta a Lío desde hace casi una década, cuando ya no lo tuvo a Riquelme en la Selección.