Lo colocó el club El Porvenir y llamó de inmediato la atención de los vecinos, quienes pasan y se sacan fotos. El dueño reconoce que "es imposible" sostener los precios porque la materia prima aumenta "todos los días". "Hoy el menú vale $4000, mañana no sé", contó.
El restaurante del Club Social y Cultural El Porvenir, histórico club barrial de Jujuy y Avellaneda donde se acostumbra comer rico y barato, colocó un llamativo cartel que refleja una realidad cotidiana que vienen experimentando miles vecinos y comerciantes estos días, la falta de precios.
“Hoy sin precios, se fue todo a la m…”, dice la pizarra negra apostada en la esquina, a metros del acceso a este club, con la intención de reflejar “lo que está pasando estos días; es todo un quilombo y cambia todo el tiempo”, indicó a LA CAPITAL Kari Contreras, responsable del lugar.
El cartel llama la atención y los vecinos pasan y se sacan fotos. Sin embargo, detrás de este cartel negro con letras pintadas, se esconde una cruda realidad: la brusca disparada de los precios, la angustia de la gente, la incertidumbre a corto plazo, la postergación de arreglos o proyectos, y la preocupación que crece detrás y delante del mostrador.
En el Porvenir, como todo buen restaurante de club, acostumbran servir un menú diario con distintas opciones y a un valor significativamente económico, en relación a la media de los locales gastronómicos. Sin embargo, a raíz de la reciente devaluación anunciada por el Gobierno nacional esta semana y el fuerte incremento de los precios en general, se volvió “imposible” sostener un valor en la carta.
“Ayer teníamos la milanesa con fritas a $ 3500 y hoy la tuvimos que poner a $ 4000. Fui a comprar milanesas el jueves y estaban $ 3000, ahora $ 4000. Así que hoy el menú sale $ 4000, pero mañana no sé, no hay precio”, contó Kari, quien hace varios años se dedica a la actividad comercial y gastronómica.
“Acá en el Club tenemos menú diario, con pastas, como sorrentinos, tallarines y canelones, milanesas, supremas, bife… hoy el precio es el que tenemos, mañana no sabemos. El tema es que acá vienen estudiantes, gente de barrio, la familia… pero hoy una familia que se sienta a comer gasta $20.000″, señaló el dueño, preocupado.
Lo difícil, reconoce, es encontrar un equilibrio, es decir, un precio accesible del club y que a la vez permita “no perder”, ya que “los proveedores suben todo cada día”.
Sumado a esto, es consciente de que muy pronto comenzará la quita de subsidios en los servicios y que la tendencia en alza de la materia prima continuará acentuándose día a día.
El cartel, sin dudas, llama la atención de todos en la esquina de Jujuy y Avellaneda. “Lo puse porque es lo que todo el mundo piensa, es así, se fue todo a la m….”, dijo.
“La situación está complicada y de acá en adelante se va a poner peor. Pero esperemos que se estabilice para salir adelante. Uno trabaja para poder hacer algún arreglo, cambiar el coche, mandar a los pibes a la escuela, hacer un viajecito, vivir bien, pero esto es muy bravo”, dijo Kari y agregó: ” Siempre tuve negocio, rotisería… no es la primera de estas que paso, ya lo vivimos, pero a esta particularmente la veo más dura”.