Padres, alumnos, docentes y directivos del establecimiento del barrio El Martillo, se juntaron en la víspera para reiterar el pedido de ayude a mejorar las condiciones en las que se dicta clases en el establecimiento.
La comunidad de la escuela Secundaria 58 concretó ayer un abrazo al edificio ubicado en Lebensohn al 6800 con el propósito de reiterar el pedido de mejoras de la escuela que “se está viniendo abajo”.
Padres, alumnos, docentes y directivos del establecimiento del barrio El Martillo, se juntaron en la víspera para reiterar el pedido de ayude a mejorar las condiciones en las que se dicta clases en el establecimiento.
Vale decir que esta semana LA CAPITAL hizo pública la situación de la Secundaria provincial, que es uno de los tantos establecimientos de Mar del Plata en los que según como esté el clima, los chicos tienen mejores o peores posibilidades de aprender.
El techo, literalmente, se está viniendo abajo. Por eso cada vez que llueve un río vertical de agua riega las paredes y baja desde el gimnasio hasta un pasillo de entrada.
El director hace un año y medio que recorre las oficinas gubernamentales reclamando el arreglo de la calefacción que no funciona, de las ventanas que no pueden cerrarse y de las pérdidas en las cañerías.
Ayer, un nutrido grupo de docentes, alumnos, padres y directivos, se reunieron en el establecimiento y decidieron hacer hoy un abrazo para visibilizar la “triste” situación que tienen en el edificio.
La buena voluntad de la comunidad está: los mismos profesores junto al director, a principios de este año, levantaron la carpeta del piso del gimnasio que se encontraba destruida.
La idea era que los chicos no se lastimaran durante la clase de educación física. Pero ? por la llamada ley de Murphy ? comprobaron que el piso que estaba debajo se encontraba aún peor que la carpeta que retiraron.