Tiene 15 años y se encuentra internado, en grave estado, desde el jueves a la noche. El autor del disparo es un amigo de él, de 17 años, que aseguró que estaban "jugando" con el arma y quedó imputado por "homicidio culposo en grado de tentativa".
El adolescente de 15 años que fue baleado en la cabeza mientras “jugaba” con un arma con sus amigos en el barrio San Martín continúa internado y si bien está “estable” su estado es grave y muy delicado.
La víctima ingresó al Hospital Interzonal de Agudos el jueves a la noche, con una herida de bala de un arma calibre 22 que le impactó en la frente y le atravesó las fosas nasales. Si bien informaron que el adolescente está “estable”, se encuentra en coma inducido, en grave estado y su pronóstico es reservado.
Fuentes judiciales consultadas informaron que el adolescente de 17 años, amigo de la víctima, que manipulaba el arma cuando se le “disparó jugando” fue liberado tras haber estado 12 horas aprehendido y, por disposición de la Justicia de Garantías de menores fue imputado por “homicidio culposo en grado de tentativa”.
El fiscal que investiga el hecho, Walter Martínez Soto, trabajaba con dos hipótesis: si se trató de un accidente o si hubo intención. Ya que, o bien el adolescente no previó que el disparo podía salir y no tuvo en cuenta el peligro latente de manipular un arma cargada, o sabía de las consecuencias y no le importó.
Ante esta situación, el fiscal se mostró contrariado por la decisión de la Justicia de Garantías, ya que al iniciar la causa había planteado que las calificaciones podrían ser “homicidio en grado de tentativa”, “homicidio con dolo eventual en grado de tentativa” u “homicidio imprudente en grado de tentativa”.
El hecho se registró el jueves pasado cerca de las 23 en una vivienda de Rafael del Riego al 2800, donde un grupo de adolescentes, por motivos que aún son de investigación, tenían un revólver y comenzó a “jugar” con el arma.
Según la explicación de los jóvenes a la policía, lo primero que hicieron fue probar si el arma funcionaba, pero, si bien estaba cargada, no salían las balas. Acto seguido vaciaron el revólver y solo le dejaron una munición.
El primero en jugar con el arma habría sido la propia víctima, quien apuntaba a sus amigas, los amenazaba en broma y les gatillaba, sin que los disparos salieran. Siempre según la versión de los testigos, la víctima le pasó el arma a uno de los presentes, quien también apuntó y gatilló, hasta que, al apuntarle al adolescente de 15 años, por primera vez en la noche la bala salió e impactó en su cabeza, atravesándola.
Según trascendió, entre el grupo de amigos que jugaba con el arma se encontraban adolescentes con antecedentes penales, vinculados a diferentes robos y causas de venta de droga. Incluso, en la dirección de Rafael del Riego al 2800 se habían realizado allanamientos en el pasado por narco menudeo.