Desde la ciudad de Buenos Aires, desembarca este espectáculo que destaca la labor de dramaturgo y terapeuta que fue autor de "Potestad", entre otras celebradas obras.
Se desdobla en siete partes para contar los dilemas de seis pacientes y para dar voz al terapeuta. El actor de la proeza es Maximiliano Sarramone, quien propone el espectáculo “Deviniendo Tato”, un unipersonal que llegará a Mar del Plata este sábado a las 21,30, al escenario de El Séptimo Fuego (Bolívar 3675).
La obra recorre el pensamiento de Eduardo “Tato” Pavlovsky desde su rol como dramaturgo y desde su otra faceta, quizá menos conocida: la de psicoterapeuta grupal y especialista en el psicodrama.
Los dramaturgos de esta pieza son Gabriela Villalonga y Rodrigo Cárdenas, ambos “pacientes de las sesiones de Tato y quienes volcaron en la obra sus experiencias reales en esas sesiones, además juntaron esas experiencias con fragmentos de entrevistas a Tato y textos de sus obras más representativas”, contó Sarramone a LA CAPITAL.
En el escenario aparece representada una sesión grupal de seis pacientes, al tiempo que también está la mirada del propio Tato. “Estos pacientes hablan desde los textos de Tato, un paciente le habla al otro desde ‘Potestad’ y otro le contesta desde un texto de ‘Rojos globos rojos‘. La obra así genera su propio relato. No hace falta haber visto ninguna de sus obras, ni saber de psicodrama para entenderla y disfrutarla”, narró el intérprete, al tiempo que entendió que la pieza se erige como un sentido homenaje al dramaturgo, en la que no fatal el humor.
Asimismo, varias anécdotas del famoso psicólogo se suman a la escena. “Las contó el propio Tato en entrevistas o libros, por ejemplo cómo fue su exilio durante la última dictadura”.
Para el actor, destacar y conocer la obra de Tato resulta clave al momento de indagar en nuestra identidad. “Atravesó la cultura argentina de una generación, o de varias, su trabajo en el teatro es identitario, provocador e innovador. Y su trabajo en el plano de la psicoterapia, junto con Hernán Kesselman fue bisagra en Argentina”, dijo.
“Aportó una mirada sobre el teatro y la psicoterapia, y un modo de desarrollar estas actividades que hasta tienen continuidad y crecen”, reconoció.