La Ciudad

Sierra de los Padres padece sus calles: intransitables y sin mantenimiento

Baches, zanjas profundas y falta de mantenimiento en la granza vuelven a las calles de Sierra de los Padres intransitables. Una vieja problemática para la que los vecinos esperan soluciones.

Entre eucaliptus y pinos, el bucólico paisaje de Sierra de los Padres enamora a los visitantes y habitantes hasta que el mal estado de las calles les roba un insulto. El automovilista ya no disfruta de todo lo que lo rodea y, por el contrario, lo perturba la desmedida atención que debe brindarle al manejo.

La problemática del mal estado de las calles del barrio residencial es una cuestión que se reitera desde hace tiempo, la solución no llega ni de la mano de la delegación municipal ni del gobierno central de General Pueyrredon y los vecinos quieren que alguien recepcione sus quejas.

Si bien el ingreso por Padre Varetto, desde la ruta 226, aparenta buen estado en general -aunque la concurrida arteria carece de banquinas-, las calles internas de Sierra de los Padres están pobladas de pozos, zanjas y en algunos sectores se vuelven intransitables.

En un de los accesos al Golf Club Sierra de los Padres, por la calle Graciela, algún conductor despistado podría creer que llegó antes a destino debido a los cráteres existentes en el asfalto que se asemejan a los “búnkers” de la cancha deportiva.

El desmejorado de las capas asfálticas queda en evidencia a la altura de la Gruta de los Pañuelos, donde la circulación mano y contramano se hace imposible debido a las zanjas que cortan la calle y que no permiten traspasarla normalmente, sino zigzagueando para evitar daños.

Algunas de las calles internas no están ni estuvieron asfaltadas, pero la granza que las recubría se esfumó y quedaron al descubierto profundas huellas, muchas de las cuales se acentuaron aún más por efecto del agua, tal como sucedió en la calle Bruno al 200 y al 400.

De mal en peor

En otro sector, como en Elena a la altura del 300, algunos vecinos pusieron manos a la obra e intentaron tapar los baches con restos de ladrillos provistos por ellos mismos.

En tanto, en la intersección de Bruno con Elsa la rotura del asfalto se agrandó tanto que la canaleta se convirtió en zanja y ahora abarca la calle de un extremo a otro.

“Estas calles nunca se caracterizaron por el buen estado, pero desde hace un par de año vamos de mal en peor, ni siquiera le hacen mantenimiento y las engranzadas, con la cantidad de agua que cayó se deterioraron cada vez más porque se profundizaron los surcos y se agrandaron las canaletas”, describió Marcelo, vecino de la calle Isabel.

Eva al 200 “es intransitable para un auto común”, señaló Marta que bromeó con que “mi marido me va a comprar un tractor, porque no se puede circular más con el auto por el mal estado de las calles”.

Esa fue una de las razones por las que el colectivo de la línea 717 debió cambiar el recorrido y, muchas veces, hasta lo suspendió porque “cuando llueve, algunos sectores se vuelven intransitables”, añadió Marcelo.

Un reflejo de eso es la calle Angel al 400, ya que la inexistencia del asfalto hacen adivinar que se circula sobre una calle, ya que la zona tampoco cuenta con veredas ni cordón cuneta.

La problemática parece agudizarse en aquellas calles que tienen pendiente descendiente, ya que la geografía “no es tenida en cuenta cuando se hacen arreglos, ya que no se respeta la pendiente ni se tiene en cuenta qué va a pasar con la primera lluvia. Y eso acá, porque los caminos rurales están aún peor”, sentenció Marcelo.

El bucólico paisaje pide el arreglo de las calles, para no interrumpir el canto de los pájaros con los improperios de los conductores al caer en un bache.erto profundas huellas, muchas

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