El cantante marplatense Leo Poletto cuenta por qué la banda "Corderos" decidió regresar al escenario. La nueva canción que ya suena es "Detrás del decorado". Tocan este sábado.
¿Por qué se separaron?, fue la pregunta. Rápido, Leo Poletto contesta: “Los diferentes rumbos personales y artísticos, la inmadurez de percibir una banda que podía trascender, pero en especial la crisis de 2001y 2002. Y aquí es donde la rueda vuelve al mismo punto: “Argentina es un eterno ciclo de esperanzas, unido por el desconsuelo”.
Otra vez la crisis, otra vez la necesidad de volver al escenario para probar y probarse. Otras canciones, el mismo espíritu. Este sábado a las 21, la banda “Corderos” regresará al escenario de Teatriz (Diagonal Pueyrredon y Bolívar) con una propuesta musical que podría tener continuidad, aunque la voz líder de la agrupación prefiere la cautela. “Vamos de a un paso por vez”, explica Poletto a LA CAPITAL.
Cabe señalar que tras cinco de trabajo en Mar del Plata y en otras ciudades, “Corderos” resolvió separarse hace quince años. Ahora, vuelven los músicos originales: Tato Moizé (guitarra), Alfredo “Tarugo” Martinez (bajo y coros), Poletto y le suman a Nicolás Humeniuk, el nuevo baterista.
-¿Para qué regresan? ¿Es sólo una cuestión de ego?
-Es una mezcla de varios factores. En este último tiempo aparecieron muchos posteos en redes sociales sobre lo buena que era la banda, varios artistas y periodistas de la ciudad hicieron referencia a Corderos y su relevancia.
Por lo que con Tato (Moizé, guitarrista) pensamos que sería una buena idea, siempre quedan cosas pendientes, en especial cuando se trata de una banda que estuvo solo cinco años en actividad.
-¿Qué juega en este regreso?
-Juega sin dudas lo emotivo, pero por sobre todo lo artístico, ya que es nuestro vehículo musical para canalizar emociones, además el hecho de que Corderos sea aún hoy un referente del rock de la ciudad es algo que sería injusto olvidar.
-¿Podrán escucharse temas nuevos?
-El nuevo corte de difusión se llama “Detrás del decorado” y habla del tiempo, como prácticamente todo lo que escribo, por más que no quiera, habla de su paso inexorable. En cierta forma es un lugar común, el de no dejarlo pasar, pero así como el amor es el más trillado de los temas en una canción, uno de todas formas sigue escribiéndole.
-¿Es un regreso por una única fecha o reinician una nueva etapa?
-Vamos de a un paso por vez, pasaron muchos años, todos crecimos, y nuestras profesiones son bastante absorbentes. Estamos enfocados en esta fecha del sábado, venimos ensayando hace varios meses, además habrá visuales en todos los temas, músicos invitados… Será un recital con el estilo y sello de la banda.
-¿Cuál es el sello de la banda?
-Somos una banda aguerrida… La prolijidad salió de la experiencia. Pero hacemos hincapié en la emoción.
-Podría decirse que el mundo no es el mismo de cuando se separaron, ¿qué de todo lo que pasa en 2019 ingresará en su música?
-Supongo que un poco de todo. Es inmenso el cambio desde ese momento, en especial durante los últimos años. La lucha y visibilización por la igualdad de la mujer es ya imparable, me parece que estamos ante un cambio enorme, en el cual el mundo de hace una década o más nos será totalmente anacrónico, no solo en lo social, también y claramente en lo artístico. Muchos “clásicos” tratan a la mujer como una propiedad, por ejemplo. Nos toca una época alucinante, y estoy muy orgulloso de poder verla y vivirla. La crisis económica sin dudas es algo difícil de evadir, pero no sé si hoy podría (o quisiera) hablar de ella. Y las redes sociales me parecen interesantísimas: una herramienta, un arma, un sedante, una pasión, un delirio, un signo de los tiempos…