El cantante, que falleció ayer a los 71 años, recorrió los principales escenarios locales, en invierno y sobre todo el verano. Según sus propias palabras, los marplatenses sostuvieron su larga carrera.
Baladista, clásico de la canción romántica, redescubierto en los últimos años a través de la publicidad, Sergio Denis consolidó con Mar del Plata una relación dinámica y afectuosa.
El cantante, que falleció el viernes último a los 71 años tras no poder recuperarse del accidente que sufrió al caer de un escenario en Tucumán, en 2019, recorrió diversos escenarios marplatenses, en invierno y en verano, desde los años ’70, fecha en que empezó a consolidar su gran popularidad.
En teatros como el Hermitage, el viejo Tronador, el desaparecido Güemes y el Roxy (uno de los últimos en los que se presentó), Denis era un infaltable de las todas las temporadas estivales.
En una entrevista realizada para este diario en 1996, recordaba sus comienzos, sus sitios elegidos y las noches inolvidables en una Mar del Plata de verano. “El Hermitage fue uno de los primeros lugares grandes que hice, y Las Toscas, en donde en una noche del ´93 tuve una experiencia inolvidable de público junto a Los Chalchaleros, con cerca de cien mil personas. Es fuerte hacer shows al aire libre, pero los teatros también tienen lo suyo. Claro que un escenario sobre la costa, una noche de luna, con el mar ahí al lado, era un marco imponente”, indicó en aquella entrevista, en la que se animaba a definirse como “un clásico” de la canción nacional.
El mismo concepto de amor por esta ciudad y su gente lo ratificó cuatro años después, en el 2000. Mar del Plata “es casi una tradición en mi carrera, aquí he pasado momentos inolvidables y aún cuando venía de recuperar mi voz, nunca me aflojaron los marplatenses y la gente que seguía mi carrera. Es una ciudad con recuerdos únicos y este regreso después de todo lo ocurrido es muy especial, por eso vengo preparado para darles lo mejor de mi en estas actuaciones costeras”. Aludía a la pérdida de la voz que había sufrido un tiempos antes, uno de los tantos traspiés en su salud que vivió en su vida.
En mayo de 2007, mientras se encontraba en la ciudad de Asunción del Paraguay, Denis tuvo un paro cardiorespiratorio por el que tuvo que ser hospitalizado.
Unos días después del accidente, le relataba a LU6 lo sucedido: “Los médicos paraguayos son realmente excelentes, me hicieron una operación inmediatamente, pero estuve varios minutos dando vueltas por el cielo… se ve que decidieron mandarme otra vez por aquí para seguir cantando”.
Cálido, optimista, de bajo perfil, Denis dejó grabados grandes hits de la cultura popular, que incluso llegaron a copar las hinchas de fútbol: “Cada vez que sale el sol”, “Un poco loco”, “Gigante, chiquito”, “La humanidad” y “Te quiero Argentina”.
El 11 de marzo de 2019 y mientras realizaba un show en el teatro Mercedes Sosa de San Miguel de Tucumán, el cantante cayó desde más de dos metros al foso de orquesta de la sala mientras cantaba su hit de fines de la década del 60 “Te llamo para despedirme”, lo que le provocó un politraumatismo severo de tórax y cráneo, que lo tuvo en estado crítico y al borde de la muerte.
El cantante permaneció en la capital tucumana hasta el 13 de abril, cuando a bordo de un avión sanitario y luego de algunos días en que su estado de salud manifestó una leve mejoría, fue trasladado en un avión sanitario al sanatorio Los Arcos de la ciudad de Buenos Aires. Luego fue trasladado a otro nosocomio.
Nacido en la ciudad bonaerense de Coronel Suárez como Héctor Omar Hoffman, era descendiente de alemanes y fanático de Racing.
“Hasta siempre viejo. Gracias por tanto. Todos los que te queremos de verdad”, escribió en la mañana de ayer en su cuenta de Twitter Federico Hoffmann, uno de los hijos del artista, también músico, cantante y productor, que fue el primero de los miembros de la familia en confirmar la noticia públicamente.
Su hermano, en tanto, Carlos Hoffmann explicó que Denis estaba “en las mismas condiciones” en las que se encontraba desde hacía meses y su fallecimiento no se debió a “nada raro”: “Era el final que tenía reservado su organismo”, lamentó, y añadió que la familia decidió no llevar adelante un velatorio, los cuales igual están limitados a pocas personas debido a la pandemia de coronavirus.