El ciclo dominical busca alertar a los televidentes porque "la oferta para consumir cada vez es mayor en todo sentido", dijo.
Gastón Pauls aseguró que desde su programa “Seres libres”, que se emite todos los domingos a las 22 por Crónica TV, busca alertar sobre las adicciones y el consumo “porque la oferta para consumir cada vez es mayor en todo sentido”.
Durante una entrevista con Télam, el actor, productor y conductor elogió la “enorme apertura y valentía” de cada entrevistado “para hacerse cargo de su historia y para también compartir el mensaje”.
Desde su lugar de adicto a las drogas en recuperación, Pauls definió al ciclo como “el primer envío de la historia de la tele nacional en desarrollar en primera persona y crudamente el mundo de las adicciones”.
“El consumo lo tenés en las vidrieras de los locales, en la televisión que te invita a tomar alcohol a las 4 de la tarde cuando hay nenes mirando y las publicidades son toda de gente divirtiéndose y pasándola bien”, criticó el intérprete, de 49 años.
En “Seres Libres” entrevistará a personalidades que relatarán sus experiencias como Fabiana Cantilo, Juanse, Andrea Rincón, Toti Ciliberto, Leo García, el “Mono” de Kapanga y Sofía Gala, entre más.
El programa además incluye una serie de informes en exteriores con adictos en recuperación de Hogar de Cristo, exCombatientes de Malvinas, obesos en recuperación, adictos al juego, al sexo, a las pastillas.
Luego de haberse destacado como actor en la exitosa tira adolescente “Montaña Rusa” y en el filme “Nueve Reinas”, se desempeñó como conductor en los ciclos “Ser urbano”, “Humanos en el camino” y “Pecados capitales”.
Hace 13 años, Pauls inició la recuperación de su adicción a la cocaína y en ese camino retomó la actuación en filmes como “20.000 besos”, la serie “Todos contra Juan” y películas de tono religioso como “Luis Palau, la película”, “El Rezador” y “El príncipe”.
-¿Cómo nace el programa?
-El proyecto arranca hace unos cinco años. Estaba la idea de hacer un programa que tuviera el tema de las adicciones como tema central, el consumo y más que nada la recuperación. Yo estaba dando charlas sobre prevención de adicciones en todo el país que juntaban 100.000 personas cada año. En un momento pensé que 100.000 personas es 1 punto de rating y el nivel de consumo está absolutamente desmadrado y fuera de control, así que no había tiempo que perder. Cada día que se pierde en relación a la prevención y el tratamiento implica cada vez más pibes de 6 años que consumen pasta base de cocaína. Como la situación es realmente angustiante, desesperante, sentí que era un buen momento para ver si a algún canal le interesaba este trabajo y ahí apareció Crónica. El programa habla en primera persona sobre las adicciones; tiene dos bloques con entrevistas a personas conocidas del medio artístico o político también hablando de sus experiencias con el consumo y la recuperación y entrevistas en la calle con personas desde su lugar, desde su experiencia en el consumo y la recuperación. Esto es tanto en Ciudad Oculta y la Villa 31 como en Recoleta y Barrio Norte.
-¿De qué otras adicciones podés alertar a los chicos además de drogas o el alcohol?
-La adicción puede ser representada en alcohol, drogas, pastillas, sexo, juego, consumo de pornografía de Internet y también de comida. Nosotros hablamos de ese tema, hay gente que ha llegado a pesar 300 kilos y que no podía parar. Es un tema muy delicado también porque uno puede vivir sin consumir cocaína, pero pedirle a alguien que tiene un problema alimenticio que deje de comer es problemático. Así que es un programa transversal tanto en el ámbito social de los distintos niveles económicos de la sociedad y también por el tipo de consumo.
-¿Se incluye la adicción a lo digital?
-Absolutamente, hay gente que literalmente y de la misma manera no puede salir del consumo de la pantalla, que se pasa jugando días enteros en la computadora o consolas de juego. Lo de lo virtual está presente también.
-¿Cómo evitás el golpe bajo?
-Sabiendo que yo estuve ahí. Golpe bajo era el que me daban las sustancias cuando consumía o veía morir o suicidarse a los amigos. Mi manera de evitar el golpe bajo es hablar en primera persona, no me quiero dar más golpes bajos ni le podría dar un golpe bajo al entrevistado. Es un programa que apunta a dejar de tener la guardia en alto para tirar piñas sino bajar la guardia porque no hay que pelear más con eso y entender que el programa está ofreciendo una mano y no está tirando un golpe.
-Vos venís de una familia de artistas, de gente dedicada a la cultura, ¿cuánto hay de juego intelectual en incitar el consumo de drogas o alcohol?
-Un montón. Por eso me parece que estamos llegando a una etapa final de la intelectualidad y ojalá estemos en una era un poquito más espiritual. Con esto no me estoy convirtiendo en un ‘new age’ sino en alguien que dice que la salida de todo esto está pidiendo corazón y alma. Varios de los entrevistados, podría nombrar al “Mono” de Kapanga o a Juanse, hablaron de que la sustancia mata el alma. A esta altura la salida ya no es intelectual, hay que salir de la intelectualidad para poner el alma.
-¿Cómo evitás caer en un fundamentalismo religioso para buscar salir de la adicción?
-Lo bueno de esto es que yo entré a una recuperación anónima. Esos grupos anónimos de recuperación hablan de pedir ayuda a un poder superior como cada uno lo conciba. Son absolutamente libres en ese sentido, no están bajando una línea de por dónde tiene que ser. Sos judío, pedíselo a tu Dios, sos católico, pedíselo a tu Dios, no creés en nada, pedíselo a tu abuelo que es una estrella o a tu gato que se murió cuando tenías 8 años. Eso es lo más interesante de todo, estamos en un mundo tan condicionado por logias, por gobiernos, por poderes absolutamente invisibles para los ojos del ciudadano de a pie que acá lo interesante es que hay que empezar a hablar puramente de lo que es.