La Ciudad

Serenellini: “El Estado hoy no te protege, te da herramientas para ser el mejor”

El secretario de Prensa de la Presidencia de la Nación habló con LA CAPITAL del primer semestre del gobierno, los viajes de Milei al exterior, el presente del sector privado y la expectativa de cara a la firma del Pacto de Mayo. "Los que no lo firmen quedarán expuestos", aseguró.

 

El periodista marplatense Eduardo Serenellini, actual secretario de Prensa de la Presidencia de la Nación, aseguró que el sector privado “hoy tiene reglas claras para desarrollarse”, de la mano de “un Estado cada vez más chiquito” que “ya no te ayuda ni te protege”, sino que “te da las herramientas para ser el mejor; depende de vos”.

De viaje a su ciudad natal, donde visitó a sus padres, a sus 57 años y con tres décadas de trayectoria en los medios, Serenellini analizó en una entrevista con LA CAPITAL su nueva faceta como funcionario, hizo un balance del primer semestre del gobierno que hoy integra y, de cara a la firma del Pacto de Mayo, aseveró que “quienes no lo firmen, quedarán expuestos”.

-Luego de tantos años en los medios, ¿cómo lo trata esta nueva etapa en la función pública y qué observa dentro del gobierno?

-Es un desafío enorme que me toma en una etapa donde ya estoy con misión cumplida en familia, con tres hijos, con 57 años y 30 años en los medios y como empresario también. Cuando me convocó el presidente, me dije: “Ahora sí, estoy en equilibrio”. Templanza, esa palabra sintetiza cómo me tengo que manejar, porque inicialmente nos has bautizado con agua hirviendo y va a seguir siendo así. Como dice el presidente, cuanto mejor nos vaya, más nos van a pegar y las balas van a ser más grandes.

-Luego del primer semestre de la era Milei, ¿cómo ve el momento para quienes emprenden y para el sector privado en general?

-Hoy para el que entiende cómo funciona el mundo de los negocios, llegó el momento. Tenés todas las herramientas para crecer. El Estado no se sienta sobre mi cabeza en cuanto a la presión fiscal, el no poder exportar o que me digan a qué precio vendo y compro, a quién vender y a quién no, o aquel que es proveedor tuyo y no le podías pagar. El empresario ve que ahora sí hay previsibilidad. En simultáneo, el inversor en el mundo nos están midiendo y ven cómo está Argentina. ¿Es más de lo mismo o es un gobierno distinto? Por eso el presidente viaja tanto y se muestra en el mundo.

-Se lo cuestiona a Milei por viajar seguido al exterior, ¿cuál es objetivo de esa política internacional?

-No va a sacarse fotos, entiende lo moderno que debe ser un gobierno para insertarse en el mundo. La reunión con Elon Musk no es casualidad. Son acuerdos que ya permiten aplicar inteligencia artificial en la educación. Y por otro lado modernizar el Estado. Si yo te achico el Estado, tiene que ser eficiente. Ahí aparece, entre otros, Federico Sturzenegger, para que sea eficiente, para achicar, dar herramientas y que el país salga adelante. El mundo tiene los ojos puestos en Argentina. Antes viajabas y te decían “Maradona”, “Messi”, hoy decís Argentina y es Milei. Por su potencial, por él como persona, profesional y docente, por el espacio de la libertad, y todo eso genera interés. En mi secretaría notamos gran demanda por entrevistarlo.

-Tras la aprobación de la ley Bases, ¿qué se puede esperar?

-El objetivo es bien claro, pero va a llevar tiempo. La ley Bases, el DNU, las mil que aparecen ahora y las tres mil de las que habla el presidente, que no son números tirados al aire, sino caminos a seguir, y en ese camino tenés estos logros, que son proyectos que el Ejecutivo presentó, el Legislativo discutió y el Poder Judicial avala o no. Pasaron siete meses, quizás tendría que haber salido en enero o febrero. Pero ahora ya está, a partir de ahora, el empresario, el profesional y el empleado, que se preparen porque el nudo de la corbata no te lo hacen y no te lustran más los zapatos. Ahora hay que hacer el nudo, aprender a lustrarse los zapatos… porque si otro lo hace, te ganó. El privado tiene todo a favor: el Estado es cada vez más chiquito, no molesta pero acompaña, para que el privado se desarrolle. Depende de cada uno. Meritocracia, capacidad, actitud y aptitud.

-El ajuste fue y es claro, igual que la política de shock. ¿Cuándo viene la recuperación de la economía para la mayoría de los argentinos?

-Lleva tiempo. Fueron décadas de populismo y en algún momento teníamos que pagar la fiesta. “¿Y yo soy siempre el que pago la fiesta?”, piensa más de uno. Bueno, sí, pero hoy sabiendo hacia dónde vamos. Eso es clave. Bueno, muy bien, hoy pongo el hombro, el pecho, el alma, la vida, pero sé hacia dónde voy. Tenemos un gobierno y una porción de la sociedad importante que está totalmente convencida hacia dónde vamos. Por supuesto, están los detractores que dicen “nos fundimos” o que está vendiendo el país… hay que escuchar al presidente, a los ministros y escucharse a sí mismos. Empezá a moverte las 24 horas del día, los 365 días del año, porque otros ya lo está haciendo.

-¿Escucha a sus ministros el presidente?

-Sí, pide asesoramiento todo el tiempo y escucha. Como toda persona inteligente, sabe escuchar, toma sus decisiones en el gabinete. El presidente es el motor, tracciona, como lo hizo en la elección. Pero escucha, incluso cuando se genera una situación con la prensa, y lo hablamos, pero jamás lo moderaría. También sabe pedir perdón, como pasó con el Papa. Es todo muy dinámico. Y hay un detalle: no hay entrelíneas. En este gobierno, lo que decimos es eso tal cual.

-¿Tiene previsto viajar a Mar del Plata el presidente?

-Está abierto permanentemente a conocer y saber qué pasa en cada rincón. Estuvo un par de veces en esta ciudad, en verano y en campaña. Pero tiene una agenda cargada y está viajando mucho por el mundo y por Argentina. Estuvo en San Juan por el plan de educación, ahora iba a Brasil a un encuentro privado con Bolsonaro. “¿Vive en Narnia que se la pasa viajando?”. No, está conectado con todos nosotros las 24 horas del día. Es un obsesivo del trabajo y estamos espalda con espalda para que Argentina logre el objetivo.

-El empresario demanda siempre reglas claras. En Mar del Plata, por ejemplo, el sector turístico las exige hace tiempo. ¿Cree que hoy hay reglas claras?

-Sí, de eso se trata. Tan claras que molestan, porque el pillo aprovecha. El RIGI es eso, darle seguridad física y jurídica a quienes invierten. Eso también está en la ley Bases. El tema laboral es clave. En el turismo, hay una mayoría del personal que es recurso humano, no hay máquinas…

-Pero la gente también tiene que tener dinero en el bolsillo para poder viajar, ¿no?

-Sí, pero si vemos los números, lentamente… Bueno, hay prioridades. Es como en casa, en situaciones complejas tenés prioridades. No hay Previaje, porque eso fue un subsidio, de aquellos que viajaron y los que no podían. Pero, ¿y los hoteles, y…? Sí, sí, muy bien, pero hoy sin Previaje hay movimiento turístico, y eso es dinero. El subsidio es dinero que de algún lugar sale, el almuerzo alguien lo paga. Te lo tenés que ganar. Durante años te acostumbraron a decir que todo el mundo tiene derecho a tener un aire acondicionado y estar calentito. No, tenés que tener plata para pagar la electricidad y el aire acondicionado o la calefacción. Nos vamos reacomodando, incluso en el consumo.

-El consumo, según distintos relevamientos, ha caído fuertemente en gran parte de los sectores.

-Un empresario frigorífico de Tucumán me decía: “Se paró el consumo”. No, no se paró, se moderó. Y tal vez, y creo que es así, estamos en un reacomodamiento del consumo. Quizás antes vendía diez kilos de carne, hoy vende cinco, y el verdadero consumo de carne sea cinco kilos. El año pasado, todo ficticio, te compraban diez kilos. Pero era una situación muy compleja que en el fondo no era real. Hay un reacomodamiento en general en el consumo.

-¿Qué se espera a partir de la firma del Pacto de Mayo?

-Justamente, reglas claras, diez puntos para ponerse de acuerdo los gobernadores, los empresarios, legisladores y sobre todo el sector privado, para tener previsibilidad.

-¿Y los que no lo firmen?

-Problema de ellos, van a quedar muy expuestos. Hay gobernadores que tienen su derecho de no ir, pero van a quedar expuestos, como pasó con parte de la vieja política y el sindicalismo. Cuando hacen paro, el presidente dice: “Que hagan paro, yo no negocio, no tengo nada que negociar”. Y quedan expuestos. En los ferrocarriles circulan a 20 kilómetros por hora, ¿a quién putea el pasajero? Van quedado expuestos sindicalistas, incluso empresarios que no bajan los precios con los depósitos llenos de mercadería. Y que el industrial se quede tranquilo. En la provincia de Buenos Aires están hablando muy mal del gobierno argentino, metiéndole temor al industrial. Que no tenga temor, todo lo contrario. No es “te ayudo, te protejo”, es “te doy herramientas para que seas el mejor, depende de vos”.

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