Fue parte del elenco original de la puesta que se convirtió en el musical más exitoso de Argentina. Treinta años después, revive esos momentos clave de los inicios de su carrera y comparte sus expectativas por este especial cierre de ciclo.
Hace una semana, Karina Levine se encuentra instalada en Buenos Aires para los ensayos de montaje de “Drácula, el musical”, obra que, a treinta años de su estreno, vuelve para su despedida definitiva.
“Es muy fuerte lo que nos está pasando, nos seguimos emocionando a cada paso”, reconoció la conocida intérprete de tangos y docente de música, quien desde más de veinte años está radicada en Mar del Plata.
Levine, con poco más de 20 años, fue elegida por Pepe Cibrián Campoy como parte del elenco original de esa obra que se convirtió en el mayor éxito del género en nuestro país. Específicamente, fue elegida para el rol de la Condesa Dolingen de Gratz, esa vampira que atrae y manipula a Jonathan Harker en su camino hacia el castillo del Conde Drácula.
Entre el primer y segundo día de ensayo, la “escena del cementerio” (la tercera del primer acto) ya pudo ser montada, por lo que Levine volvió a actuar frente a Cibrián.
“Karina, estás igual” se escuchó al finalizar la pasada frente al legendario autor y director de la puesta, que tiene música de Angel Malher.
Si bien los ensayos son intensos -varias horas por día, seis días a la semana-, no le impidieron a Karina “seguir con mis tanguitos”. La intérprete aprovechó para cantar en Cátulo, junto a Esteban Morgado y una pareja de baile, en una noche en la que también se presentó Chiqui Pereyra.
El estreno en el Luna Park será el 1 de abril y tiene fechas confirmadas también para los días 2, 3, 8, 9 y 10 de abril, con doble función los sábados.
En tanto, en Mar del Plata se harán dos funciones el jueves 14 y viernes 15 de abril a las 21, y ya salieron a la venta dos funciones más para el sábado 16, a las 19.30 y a las 22.30, en el Teatro Radio City.
Pocos intérpretes -en un elenco con más de cincuenta artistas en escena- son los que repiten sus roles como en la puesta original. Juan Rodó, para quien el rol del Conde Drácula marcó un antes y un después en su carrera, Cecilia Milone como Mina, Laura Silva como Nani, Nahuel Naranjo como el doctor Van Helsing, Alejandra Fontán como la Prostituta y Hernán Kuttel, quien reemplazó a Rodó en la gira nacional 1998/99, y pocos más.
“Es hermoso estar ahí: que esté Pepe ahí dirigiendo, ver las escenas de Mina, Lucy, Nani, verlo a Angel dando vueltas por ahí y que Hernán Kuttel, que ha pasado por todos los personajes y que tiene una gran memoria, esté en el montaje. Porque la mayoría de las escenas van a quedar tal cual estuvieron siempre”, contó Levine en una charla con LA CAPITAL, al término de uno de los extensos y desafiantes ensayos.
Es que Levine y sus compañeros no solo realizan su personaje, sino que forman parte del “ensamble”, el “pueblo” de Transilvania, por lo que todos -y sobre todo los artistas nuevos- están estudiando a contrarreloj toda la obra y sus textos.
Para Levine, este proceso fue reencontrarse con compañeros, con lugares, con recuerdos y con un personaje que la acompañó por tres años, hasta exactamente una semana antes del final de la temporada de 1994, cuando “por un problema de fobias, no me pude volver a subir al escenario”.
“Para mí, es muy significativo poder estar en Drácula. Es terminar de cerrar un ciclo que había quedado inconcluso y creo que por eso volver a los ensayos fue muy emotivo”, compartió la artista.
“Ese personaje nació conmigo, de la mano de Pepe. Los que tuvimos la suerte de tenerlo a Pepe al lado, armando el personaje, con toda su creatividad, en ese momento logramos el personaje que realmente Pepe quiso en su momento”.
– ¿Cómo se dio la oportunidad de volver a “Drácula”?
– Estaba dando clases por zoom a una alumnita, Lupe, y me llamó Angel Malher. Era fines de noviembre o principios de diciembre y me preguntó si me quería sumar otra vez al elenco de “Drácula”. Le hablé con el corazón, sin pensarlo ni un segundo. Cuando terminé la clase, les conté a mi marido y mi hijo, que había dicho que sí. Y ellos me apoyaron, me afirmaron que no tenía nada que dudar. En aquel momento, no lo sentía real del todo.
Radicada hace más de veinte años en Mar del Plata, Karina Levine se reencontró con el personaje de los inicios de su carrera.
– ¿Cómo fue reencontrarte con el personaje?
– Sentí que no había pasado el tiempo, que la había dejado de hacer hace una semana… un año suponte. Como cuando te reencontrás con un gran amigo después de muchos años y, de repente, estás hablando como si lo hubieses visto hace unos días. Inclusive me siento un poco más plantada en el escenario y me gustó mucho. Para mí, es un desafío muy grande. Por cuestiones de fobias, yo no pude terminar la última semana de “Drácula”, o sea que no tuve el cierre que todos mis compañeros tuvieron con sus personajes o con la obra.
– ¿Cómo vivís vos a la Condesa?
– Es una mujer ambiciosa, con un ego muy alto. Quiere comerse a cualquier hombre que pasa por su cementerio, quiere convertirlo en un vampiro nuevo porque, de esa forma, sigue manteniendo su belleza y juventud. Es absolutamente sensual, lo maneja a Jonathan, tiene que emborracharlo de alguna manera, como hizo con todos sus amantes. Le advierten que no pase por ahí, pero pasa igual y la Condesa, con toda su energía y poder de seducción, tiene que conquistarlo.
“Pongo absolutamente todo en esa condesa”.
– ¿Cómo fuiste sacando al personaje?
– Lo saco de todo lo que me enseñó Pepe en su momento, porque el ego es algo que me estaría costando en lo cotidiano. La soberbia también me cuesta y viste que en este ambiente por ahí hay que tener un carácter un poco más fuerte, pero no me salió nunca y no me va a salir. Creo que seguramente también saco algunas cosas que tengo escondidas en mi personalidad o que no las he podido desarrollar. Pongo absolutamente todo en esa condesa. Y no te puedo mentir, es muy lindo escuchar o leer cuando la gente me escribe y me recuerda por ese personaje que nació conmigo, de la mano de Pepe. Los que tuvimos la suerte de tenerlo a Pepe al lado, armando el personaje, con toda su creatividad, en ese momento logramos el personaje que realmente Pepe quiso en su momento. Pepe estudia mucho a la persona antes de hacer o darle un personaje.
– Además de volver al Luna Park, vas a volver a hacerlo en Mar del Plata.
– En Mar del Plata me conocieron como la Condesa. Fuimos en el año ’91, el mismo año que la estrenamos, al Auditorium. Imaginate que hay técnicos que es el día de hoy que me siguen diciendo ‘Hola, condesa, ¿cómo estás?’. Es todo muy significativo para mí.
Karina Levine y elenco, en el ensayo de “Drácula, el musical”. Foto: Alejandro Palacios.