El menor se encuentra internado en el shock room del Hospital Interzonal y aún no pudo declarar. El fiscal lo imputó por tentativa de homicidio calificado criminis causa agravado también porque fue contra un policía y por el uso de arma de fuego.
El adolescente que baleó a un policía durante un tiroteo, en el que también resultó herido él y una persona que se encontraba en la vereda, seguirá detenido en el Hospital Interzonal, donde se encuentra internado.
El fiscal del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Walter Martínez Soto, imputó al adolescente de 16 años por tentativa de homicidio calificado criminis causa -procurar la impunidad y la efectividad en cuanto al robo- agravado también porque fue contra un policía y por el uso de arma de fuego, robo calificado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa y lesiones leves.
El fiscal explicó que el menor no pudo declarar, ya que se encuentra internado en el shock room del Hospital Interzonal con una herida en la región lumbar izquierda sin orificio de salida y se espera que el miércoles o jueves pueda hacerlo.
Ante la gravedad de la imputación, el adolescente permanecerá detenido mientras avanza la investigación al menos hasta el sábado, que se realizará la audiencia en la que Martínez Soto puede pedir la prisión preventiva.
Por su parte, el hombre de 45 años que fue baleado durante el tiroteo en el omóplato derecho también se encuentra internado en el Hospital Interzonal. “En principio resulta imposible que el policía le haya disparado a la víctima, ya que la bala fue en dirección desde donde estaban los delincuentes hacia donde estaba el efectivo, explicó el fiscal.
El policía es quien presenta el cuadro de mayor gravedad, ya que la bala, luego de desviarse en el asfalto le impactó en el testículo izquierdo y lo perdió. Se encuentra internado en el Hospital Privado la Comunidad.
Fuentes consultadas por LA CAPITAL aseguraron que el adolescente, con tan solo 16 años ya es un nombre familiar en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, con causas por diferentes delitos que “han ido de menor a mayor en cuanto a la gravedad de las imputaciones”, hasta llegar a este último hecho, en la que pudo haber asesinado a un policía. Además, cuando era no punible -menor a 16 años- también había infringido la ley en reiteradas ocasiones.
“Cuando el menor no es punible se hacen derivaciones a la Municipalidad y a la Provincia. Cuando es punible tiene que ser un hecho grave como este para que quede detenido. Porque la premisa es la libertad con tratamiento y asistencia, sin embargo no hay efectividad en cuanto al abordaje que hacen las agencias de promoción y protección de derechos. Pero no es fácil, hace falta una política de Estado”, consideró el fiscal Martínez Soto.
El tiroteo
El hecho ocurrió cerca de las 19. El policía había ido en un patrullero hasta un consultorio médico en La Rioja y Rodríguez Peña, desde donde habían llamado al 911 porque habían sufrido unos robos en el pasado.
Mientras el policía le tomaba declaración a tres personas, advirtió como dos jóvenes en una moto pasa por La Rioja y en Rodríguez Peña doblan en U, se suben a la vereda e intentan asaltar a un hombre que caminaba por ahí.
El policía, acompañado por las tres personas que estaban en el consultorio, corre hacia el lugar y les dice la voz de alto a los delincuentes, quienes inmediatamente empiezan a dispararle. Según relataron los testigos, el efectivo repelió el ataque con su propia arma, hirió a uno de los delincuentes y el otro escapó en la moto.
En el tiroteo, el policía recibió un balazo en un testículo y uno de los hombres que lo había acompañado al lugar fue herido en el omóplato.
“La acción policial fue por de más profesional. Por hacer el mejor trabajo se llevó la peor parte”, consideró el fiscal Martínez Soto.