En conferencia de prensa que se desarrolló en Villa Victoria, se presentó al autor de la escultura que sorprendió a marplatenses y turistas. Se trata del cirujano y artista plástico Mario Magrini, hijo de Norma Fuloni y Luis Magrini, fundadores de la Guardia del Mar.
Se terminó el misterio. La escultura que sorpresivamente apareció en Playa Chica y que motivó la curiosidad e interés de marplatenses y turistas, no es un homenaje a la vicepresidenta Cristina Fernández, no fue realizada por una profesora de cerámica ni está basada en una modelo de la escuela Martín Malharro como se vino especulando en las últimas horas.
El autor es un reconocido cirujano plástico de Mar del Plata, con inclinaciones artísticas. Sus trabajos fueron expuestos e incluso se pueden observar en la galería virtual de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
Se trata del doctor Mario Magrini, de 65 años, uno de los cuatro hijos de quienes fueran los fundadores de la Guardia Nacional del Mar, Norma Fuloni y Mario Magrini. De hecho, Mario fue parte de la banda de música de la Guardia, donde tocaba el redoblante antes de ingresar a la carrera de Medicina.
En la conferencia de prensa que se realizó hoy en Villa Victoria, Magrini se encontró acompañado por el secretario de Cultura de la comuna, Carlos Balmaceda. Su familia también concurrió al encuentro.
Minutos antes de la conferencia, para la cual escribió una carta con lo que pensó decir públicamente, el cirujano y artista contó que la escultura la hizo “hace varios años” y que decidió ubicarla en ese punto de la costa de Mar del Plata “para enaltecer el hecho artístico”.
Magrini comentó que hace arte en paralelo a la medicina y admitió que “nunca pensó en la repercusión” que podría tener esta escultura. Sin embargo reconoció que quiso hacer “una acción artística” -que su familia conocía de antemano- a la que se animó a calificar como “una travesura”.
El cirujano reconoció también que el arte es su “pasión”, pero que se dedica a operar. Hace escenografía y pintura. Estas son otras de sus obras:
“Voy a leer porque no estoy habituado a esto”, dijo en el arranque de la conferencia. Sacó un papel y en voz alta exclamó estar allí, en Villa Victoria, para “revelar la incógnita de por qué hay una escultura de cemento en un sector del paseo costero”.
De inmediato aclaró que “no fue una estrategia de marketing”, sino “para que la protagonista sea solo la obra misma en un entorno que la completara”. Estas características, aclaró, “le dieron un halo de misterio que enriqueció y superó a la obra misma”.
Contó también que una “arquitecta amiga” le sugirió la “loca idea” de emplazar su obra en forma sorpresiva en el espacio público, de tal manera que irrumpiese con cierto enigma para luego evaluar el impacto que podía tener. “Lo pensé como una travesura nocturna”, dijo y reconoció haber sentido temor de ser descubierto en pleno acto trasgresor. Sin embargo, aclaró que no esperaba semejante repercusión.
Magrini confesó: instaló la escultura durante “la madrugada del 5 de febrero”. Detalló que la trasladó desde su casa en el baúl de su auto y utilizó una zorra para ayudarse a llevarla hasta el punto elegido en Playa Chica. “No puedo negar mi taquicardia ni tampoco mi emoción de poder cumplir este loco proyecto. No pensé que fuese a durar más de una semana, por ser removida, por robo o destrucción, pero no fue así”.
Incluso contó que en los últimos días volvió varias veces al lugar para ver la reacción de la gente, sin develar su autoría, de incógnito.
Se sorprendió también con la repercusión del misterio y las teorías que surgieron en torno a la obra y las sensaciones que provocó en la gente. “En cada cual generó un mensaje diferente, el que esperaba. Y eso es maravilloso. Objetivo más que cumplido”, dijo.
En cuanto a lo que inspiró a la obra, eligió no ahondar. Solo manifestó que la estatua representa “una emoción con cuerpo de mujer” y que la inspiración provino de “una situación pasada” que vivió la familia. Agregó que la pieza “ya es de todos, muchas gracias”.
El secretario de Cultura, Carlos Balmaceda, se refirió a la pieza como “una bella escultura que despertó muchos interrogantes e historias” al aparecer en la costa. “Nos parece importante también ya que se había generado un lindo misterio, tomar contacto con el escultor y sacar algunas conclusiones entre el arte y el espacio público”, dijo.
El autor de la escultura que mereció una amplia cobertura periodística de los medios locales, nacionales e internacionales, a partir de la publicación el pasado domingo en LA CAPITAL de esta obra emplazada frente al mar, jamás imaginó que se generaría tal repercusión.
Las primeras imágenes de la escultura se conocieron el sábado en redes sociales y durante todos esto días se mantuvo el misterio sobre su origen.
La aparición sorprendió a los marplatenses y turistas que pasearon en los últimos días por el camino que bordea la zona de Playa Chica. De repente, sobre una roca de la pasarela que da al mar se encontraron con la imagen de una mujer con la mirada perdida, sentada desnuda con uno de sus brazos rodeando sus piernas.
La noticia de la aparición de la escultura fue dada a conocer el domingo por LA CAPITAL y en solo unas pocas horas, la imagen de la mujer se convirtió en un atractivo: marplatenses y turistas se acercaron para sacarse fotos.
El misterio por el autor de la obra se multiplicó y creció con el correr de lo días.
De hecho, el municipio lanzó una convocatoria al artista para que “inicie el proceso formal” para lograr la autorización para emplazar la obra.
En la tarde del jueves uno de los pies de la escultura de cemento, resultó dañado de manera involuntaria, por lo que rápidamente se procedió a su reparación, trabajo que estuvo a cargo de Constanza Adiecchi, directora de Restauración de Monumentos Históricos de la comuna, quien acompaña a Magrini y Balmaceda en la conferencia de prensa, en la cual el artista expresó su agradecimiento a la restauradora.
Tras ese episodio, las autoridades municipales colocaron una custodia a la escultura, luego de haber sido dañada por una de las tantas personas que van a sacarse una foto junto a la obra.
La custodia está a cargo del equipo de Control Urbano, que busca evitar que se generen nuevos daños a la misteriosa estatua, blanco de la curiosidad de marplatenses y turistas que llegan al lugar para fotografiarse.
Incluso en las últimas horas, también en redes sociales, comenzó a promocionarse la venta de remeras alusivas con la imagen de la escultura y la leyenda “Una mirada a la libertad”.
Asimismo, en las últimas dos noches, muchas personas dejaron velas encendidas junto a la imagen de la enigmática mujer, obra de este marplatense que integra una familia definitivamente incorporada al acervo cultural marplatense.
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