El adolescente de 16 años continúa detenido y el lunes se determinará si queda con prisión preventiva o no. La autopsia realizada a Antonela Guzmán determinó que falleció por la compresión del cuello y estaría prácticamente descartado el abuso sexual.
El adolescente de 16 años acusado de haber asesinado a golpes a Antonela Guzmán (26) el martes a la noche en una casilla se negó a declarar y continuará detenido hasta el lunes, cuando la Justicia debe decidir si le otorga la prisión preventiva o no.
El fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Marcelo Yáñez Urrutia, confirmó a LA CAPITAL que el adolescente continuará alojado en el Centro Cerrado de Menores de Batán, imputado por “homicidio agravado por el género”.
Además, el fiscal informó que los resultados preliminares de la autopsia practicada al cuerpo de Guzmán confirmaron que la mujer murió por la compresión del cuello, lo que arrojó dos posibles hipótesis: o bien que el acusado la sujetó del cuello y la ahorcó o que, al golpearla con un caño que encontró en el lugar, le introdujo el fierro por la boca, lo que le obstruyó la tráquea.
Por otra parte, ese informe preliminar de autopsia confirma que Guzmán no tenía signos de violencia sexual, por lo que queda prácticamente descartado el abuso sexual previo al crimen. Sin embargo, aún las pericias no pudieron determinar si víctima y victimario tuvieron relaciones sexuales consentidas esa misma noche, porque si bien hallaron un enrojecimiento en la zona pélvica de la mujer, el mismo podría tratarse a al roce de los cuerpos durante el brutal ataque que sufrió.
Además del informe preliminar de la autopsia, el fiscal Yáñez Urrutia avanzó en la investigación con la toma de declaraciones de testigos. De estos testimonios surge, como ya se sabía previamente, que tanto Guzmán como el menor vivían en un mundo de marginalidad y adicciones severas a las drogas.
Según los relatos recogidos por los investigadores, Guzmán no tenía una relación previa con el detenido, no eran amigos ni pareja. Sin embargo, sí se conocían por su vínculo con la droga, por frecuentar puntos de venta y lugares de consumo, como esa casilla del asentamiento 6M ubicada en Vértiz y Cuba donde ocurrió el crimen.
Si bien, por el momento la imputación que tiene el adolescente es “homicidio agravado por el género”, la misma, al comprobarse que no había relación previa entre ambos, podría devenir en una calificación menos severa como “homicidio simple” o incluso en una más grave todavía, como “homicidio agravado por alevosía” al determinar la cantidad de golpes y la brutalidad del ataque.
El lunes se dará una audiencia clave en el futuro de la investigación en la que se determinará si el adolescente recupera la libertad o si le otorgan prisión preventiva así continúa detenido mientras avanza la causa.
El hecho
El hecho se registró el pasado martes 27 a la noche, en una casilla del asentamiento 6M, ubicado en Vertiz y Cuba, que funciona como una especie de aguantadero de adictos que van allí para drogarse. En ese contexto, el adolescente mató a Guzmán de una forma atroz: la golpeó con sus puños y con una especie de cortafierro que encontró en el lugar y luego escapó.
Vecinos encontraron el cuerpo de la mujer tendido sobre la cama y denunciaron lo ocurrido al 911. Poco después efectivos de la comisaría decimosexta y el fiscal Leandro Arévalo llegaron al lugar y se encontraron con la dramática escena. En esas circunstancias, un nuevo llamado al 911 advirtió que el autor del crimen se encontraba en Gutemberg bis y Vidal, donde finalmente fue detenido.
Como el detenido y único sospechoso es un menor, la causa pasó a las manos del fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil Marcelo Yáñez Urrutia.