Tras quedar detenido a disposición del ficsal Damián Boeran, el delincuente que el lunes por la noche quiso robar un kiosco en Tandil y tomó a una empleada de rehén optó por no comparecer.
TANDIL (Agencia) – El delincuente mendocino que el lunes por la noche ingresó a robar a un kiosco ubicado frente a la terminal de ómnibus de Tandil y tomó de rehén a una joven empleada, se negó a declarar ayer ante el fiscal Damián Borean.
Tras la diligencia, el investigador determinó que José Alberto González (37) continúe detenido, imputado por el delito de “privación ilegal de la libertad agravada por retención bajo compelimiento”.
Cabe mencionar que González debió ser asistido en el Hospital Municipal Ramón Santamarina porque, según información oficial, se autogolpeó la cabeza en el calabozo donde estaba alojado en la comisaría primera.
María Medrano, madre de la víctima, Andrea Firpo (23), detalló que la joven se encuentra angustiada y con asistencia profesional permanente, y es contenida por sus hermanos y la familia.
María expresó que por recomendación de la profesional que la asiste no brindará detalles del hecho que debió sufrir en la noche del lunes pasado mientras atendía el kiosco de avenida Buzón 490.
La empleada del comercio tras ser asistida en el mismo lugar por personal del servicio de emergencias del Hospital Municipal Ramón Santamarina fue llevada al nosocomio municipal, donde quedó internada en observación hasta ayer a la madrugada.
González en horas de la tarde fue llevado desde la Seccional Primera a la sede de la Fiscalía y no prestó declaración ante el agente fiscal, doctor Damián Borean. Además se van a pedir informes psicológicos, puesto que existe la presunción de que pueda tener algún tipo de trastorno o bien algún problema de adicción.
Asimismo, evidenció un trastorno persecutorio sobre que lo querían matar e inclusive el día anterior hizo una denuncia porque le habrían robado algunas pertenencias al parecer en la zona de la terminal.
Cabe mencionar que la expectativa de pena por el delito que se le imputa es de 8 a 15 años de prisión, equivalente a un homicidio. En tanto, se investiga por estas horas si el delincuente estaba bajo los efectos de sustancias tóxicas, ya que se encontraba en visible estado de exaltación.
González no cuenta con antecedentes penales computables y sostuvo que a las 19 tenía pensado viajar a la ciudad de Azul, aunque no le permitieron subir al micro. Otra versión indica que tenía pasaje para volver a su ciudad de origen para las 23.55 del lunes.