Durante la madrugada, las personas que permanecían en los terrenos finalmente decidieron levantar las casillas. Hay un amplio despliegue policial en los alrededores de estas tierras. Algunas familias aguardan respuestas en la avenida Fortunato de la Plaza con sus pertenencias. El Municipio les prometió una mesa de diálogo.
Entre la madrugada y las primeras horas de este jueves, con la zona totalmente rodeada por efectivos y móviles policiales, las familias que ocupaban los terrenos del barrio Las Heras finalmente levantaron la toma sin enfrentamientos con la policía.
Luego de 12 días de ocupación del predio delimitado por Fortunato de la Plaza y Rufino Inda, y las tras la orden de desalojo emitida por la Justicia, el grupo de personas que permanecía en estos terrenos municipales tomó la determinación de retirar sus casillas y levantar las estructuras que habían montado.
“Decidimos retirarnos pacíficamente y el Municipio nos prometió abrir una mesa de diálogo”, dijo una de las mujeres que participaba de la toma.
Desde ayer, en la zona se montó un fuerte operativo con presencia de efectivos de Policía Bonaerense, el grupo UTOI, Bomberos e Infantería, y personal de distintas áreas de la Municipalidad.
Desde la madrugada de este jueves, las fuerzas de seguridad bloquearon el tránsito sobre la avenida Fortunato de la Plaza y en Polonia, como así también en todos los puntos de acceso a los terrenos, que al amanecer ya estaban prácticamente liberados.
Si bien varias familias se habían retirado en los últimos días al emitirse al orden de desalojo y no llegar a un punto de negociación con el gobierno municipal, el grupo que seguía en el lugar, compuesto por entre 25 y 30 personas mayores de edad, sostenía que resistiría el desalojo pero entre la madrugada y hoy a la mañana se retiró “voluntariamente”.
Pasadas las 9 de este jueves, las últimas familias permanecían sobre la avenida Fortunato de la Plaza con sus pertenencias, reposeras, carteles y banderas, rodeados por la policía y a la espera de tener “respuestas y novedades” por parte del gobierno local, que les prometió abrir un canal de diálogo. La hermana Marta fue a acompañarlos y brindarles su apoyo y contención.
Con las familias sobre el asfalto de la avenida, distintas áreas del Municipio siguieron desmantelando las últimas casillas y demás estructuras que se encontraban todavía en los terrenos. Los materiales fueron cargados en camiones y retirados del lugar.
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