La Ciudad

Se fracturó la CGT: gremios tomaron la sede y nombraron a Medina como secretario general

La actual conducción anunció que iba a llamar a elecciones para definir a las nuevas autoridades. Pero trece sindicatos no estaba de acuerdo con la decisión y nombraron un nuevo secretario general. La polémica sigue.

La Central General de los Trabajadores (CGT) en la ciudad quedó ayer una vez más fracturada: trece gremios tomaron la sede y designaron al representante de UTA, Sergio Medina, como secretario general, pero la decisión no fue aceptada por la actual conducción.

Con estos movimientos, la central obrera quedó con una fuerte división y no se descarta que la Justicia tenga que decidir quiénes serán sus futuras autoridades ya que de no haber una acuerdo entre los sindicatos en pugna la división podría llegar a Tribunales.

La grieta se profundizó ayer a la mañana cuando se conoció de manera oficial la renuncia de Pedro Fernández como secretario de general de la CGT. En ese momento, el secretario general adjunto, Jorge Váttimo, aseguró que quedaba a cargo de la central obrera y que convocaría a elecciones para definir al nuevo conductor de los trabajadores en el corto plazo. De hecho, toda la comisión directiva presentó la renuncia para acelerar los tiempos de decisión. Pero esta resolución no fue acatada por trece gremios entre los que se encuentran la UTA, Uocra, Camioneros y Sivara, entre otros.

La división se produjo por la validez de la sucesión. Para la conducción que acompaña a Fernández, Váttimo debe quedar a cargo hasta que se convoque a una votación ya que era el primero en la línea sucesoria. En cambio, los que se oponen sostienen que Fernández había llegado a ese cargo por su puesto en la UTA y que ante esta situación el secretario general debía ser el actual referente de los choferes de colectivos, es decir, Medina.

Ante este contexto, trece gremios que se oponen a Váttimo ayer a la tarde fueron hasta la sede de la CGT ubicada en Catamarca y Salta y la tomaron. Luego, proclamaron a Medina como flamante secretario general. “El cargo le correspondía a la UTA y lo que hicimos fue ocuparlo con el apoyo de los compañeros de otros sindicatos”, explicó anoche Medina a LA CAPITAL. Y le apuntó a Váttimo: “Su grupo puso de manifiesto su interés personal por sobre el de los trabajadores. El lunes habíamos convocado a una asamblea, pero salió a hablar por los medios cuando lo que correspondía era hablar con los gremios”.

El referente de los colectiveros dijo desconocer si la conducción que acompañaba a Fernández respetará la medida pero no dudó de su legalidad. “Acá se firmó un acta ante un escribano público donde se me declara como nuevo secretario general que es lo que correspondía”, sostuvo el dirigente de la UTA.

En tanto, Medina aseguró que el anuncio del llamado a elecciones fue “totalmente desubicado, desleal y una falta de respeto a muchos gremios”. Pero, en medio de la polémica, dejó una puerta abierta: “Ahora lo que hay que hacer es juntarse para intentar llegar a una unidad del movimiento obrero”.

La renuncia de Fernández

Tras haberse desempeñado durante seis años al frente de la regional de la CGT, ayer a la mañana se conoció que Pedro Fernández dejó de ser el secretario general de la CGT.

En una nota remitida al secretario adjunto, Fernández hizo saber que, debido a problemas de salud, presentaba su renuncia indeclinable al cargo y que agradecía la confianza depositada en su persona para desempeñar “la compleja labor directiva con la que se lo honró”, así como la “permanente colaboración recibida durante su conducción”. Ante esta situación, Váttimo explicó: “Dirigentes de la UTA, con el respaldo de sindicatos que actualmente no están afiliados a la CGT, se manifestaron reclamando el ejercicio del cargo que quedó vacante”. Y, enseguida, afirmó: “Luego de asesorarnos llegamos a la conclusión de que, según lo establece el estatuto, corresponde completar el mandato que vence a fines de 2017. Sin embargo convencidos de que para mantener la unidad del movimiento obrero, algo que también se propicia a nivel nacional, es necesario legitimar un proceso eleccionario, resolvimos llamar a elecciones en un plazo de entre 60 y 90 días”.

Tras destacar que “a nivel país la única regional de la CGT que mantuvo un criterio de unidad fue la de Mar del Plata” y que “queremos seguir en esa misma tesitura”, Váttimo manifestó que “hay problemas de desempleo y de falta de pago de salarios que requieren que se aplique ese temperamento”. Actualmente, entre miembros titulares y suplentes, los gremios que integran el consejo directivo de la CGT son 44. “A partir de ahora pensamos avanzar en un proceso que desemboque en las futuras elecciones. Necesitamos que las entidades sindicales que dicen que quieren participar lo hagan efectivamente para lo cual es necesario que se incorporen a la Confederación General del Trabajo, que es nuestra entidad madre”, disparó.

Finalmente, al anticipar los pasos a seguir, afirmó: “A efectos de que el proceso sea claro, estimamos que el consejo directivo, antes de renunciar, se va a encargar de armar un comité para que conduzca a la CGT y convoque a una junta electoral que inicie el proceso eleccionario”.

Horas después de estas declaraciones, la sede de la CGT fue tomada y Medina proclamado como secretario general. LA CAPITAL intentó comunicarse insistentemente con Váttimo pero no respondió a los llamados. Fuentes cercanas a la conducción que integra aseguraron que la decisión de convocar a elecciones sigue firme pese a lo ocurrido ayer con trece gremios.

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