El tercer hombre que se había fotografiado con el cadáver de Diego Armando Maradona, cuya imagen se viralizó en redes sociales, se entregó en una comisaría y la Fiscalía que interviene en la investigación dispuso el labrado de un acta, informaron fuentes judiciales.
En tanto, esta tarde el abogado Fernando Burlando aseguró que “ni Diego, ni toda su familia merecía el trato sucio, indigno y deshonesto que le dieron las plataformas sociales a las imágenes sensibles para absolutamente todos”.
El empleado de la casa velatoria Diego Antonio Molina se presentó junto con un abogado en la Comisaría Vecinal 15A de la Policía de la Ciudad, ubicada en Guzmán al 300, en el barrio porteño de Chacarita.
Según Infobae, su nombre aparece ligado a otras dos causas: en noviembre de 2016 fue imputado por el delito de usurpación y en abril de este año fue acusado por violencia de género denunciado por su entonces pareja por lesiones leves.
Fuentes judiciales informaron a Télam que Roberto Maragliano, a cargo de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 25, no tomó ningún temperamento para con el hombre y dispuso que le tomen sus datos y teléfonos de contacto.
El fiscal investiga de oficio la presunta profanación de un cadáver y la violación de derechos personalísimos, ambos delitos contravencionales, por lo que los tres involucrados no quedarán detenidos.
En tanto, otra de las personas contratadas por la funeraria que estuvo a cargo del velatorio y del traslado de los restos de Maradona, que apareció en una de las dos fotos tomadas junto al cuerpo en el féretro que se viralizaron en redes sociales, había pedido “mil disculpas” por lo sucedido y confirmó que fue despedido de su trabajo.
“Estábamos acomodando antes de llevarlo y mi hijo, como todo pibe, levantó el pulgar y ahí se sacó la foto”, explicó ayer Claudio Fernández, en diálogo con radio 10, en un intento por justificar la captura de esa imagen, que generó un fuerte repudio social.
Tras asegurar que esa foto, en la que se lo ve junto a su hijo, “no fue intencional” y que tampoco fue sacada con su teléfono, el empleado -que trabajaba contratado en esa casa de sepelios- aseguró que Maradona era su “ídolo” y pidió “mil disculpas” a su familia y a toda la gente.
Por orden del fiscal Maragliano, allanaron la vivienda en la que Fernández vive junto a su hijo de 18 años en Villa General Mitre, informaron fuentes judiciales.
Además, de forma simultánea se allanaron la casa de sepelios Pinier, ubicada en avenida San Martín al 2.900 y la casa velatoria Tres Arroyos, en la calle homónima al 1.500, donde se preparó el cuerpo de Maradona.
El objetivo de los efectivos del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) fue identificar el lugar donde se realizaron las “selfies” y realizar el análisis forenses con fotos, y de la cochería en la que se secuestró información documental.
Esta tarde Burlando, abogada de Claudia Villafañe, la exesposa de Maradona, publicó en su cuenta de Twitter un texto en el que apuntó contra las redes sociales que viralizaron las imágenes del “10”, y aseguró que “ellos no conocen que es la ética y el respeto a la gente, mucho menos al difunto y sus deudos”.
“Prepárense. Yo oí decir, en este ámbito, al enemigo ni justicia, en esta, en esto, no hay perdón. Lo prometo. Ustedes son mis enemigos”, concluyó el letrado.
El jueves, tras la viralización, el abogado del exfutbolista, Matías Morla, advirtió que iniciará acciones legales, mientras que la empresa funeraria lamentó el episodio y aclaró que pediría disculpas a la familia.
César Picón, dueño junto a sus hermanos Diego y Matías de la casa velatoria Pinier, ubicada en el barrio de La Paternal, aclaró a Télam que los dos hombres y el joven que aparecen en dos fotos “no pertenecen a la empresa”, sino que “fueron contratados para colaborar con el sepelio”.
En las imágenes se pudo observar un hombre (Molina) de contextura robusta y pelado junto al cuerpo del “10”, mientras que en la otra fotografía hay un hombre (Claudio) y un joven, ambos con anteojos, posando junto al cajón.