El hecho ocurrió en la playa San Patricio, donde un guardavida resultó levemente herido. El secretario general de UGA advirtió sobre la situación de abandono en la que se encuentran las playas del sur y acerca del desamparo de los trabajadores. Denunció que este fin de semana jóvenes ebrios agredieron a dos guardavidas.
Un acantilado de la playa San Patricio, ubicada en la zona sur de la ciudad, se desmoronó provocando que grandes trozos de piedra cayeran sobre la casilla de los guardavidas causándole lesiones leves en un trabajador que se encontraba en el lugar.
“El acantilado se desmoronó en pedazos grandes de toscas e hizo que se rompa el techo de la casilla. Por suerte ninguno de los guardavidas corrió peligro. Uno de ellos se lastimó en el hombro, nada de mayor consideración, pero es para marcar el tema con atención”, explicó el secretario general de la Unión de Guardavidas Agremiados, Luciano Grimaldi.
“A veces los acantilados se desmoronan lo que pone en riesgo la seguridad tanto de los guardavidas como la de los turistas y vecinos que disfrutan de la playa”, advirtió.
Grimaldi describió el estado de abandono en el que se encuentran las playas del sur, donde no existen explotaciones comerciales y hay muy una escasa presencia policial, lo que provoca que los guardavidas queden expuestos a distintos riesgos.
En este sentido hizo saber que el pasado fin de semana, los dos guardavidas de la playa del barrio Acantilados fueron agredidos por un grupo de jóvenes que se encontraba protagonizando incidentes en el lugar.
“Ayer fue un día importante, primero de enero, y se vio muy poca presencia policial en la zona sur de Mar del Plata. En la playa Acantilados casi que no había y tuvimos algunas situaciones de violencia con personas que estuvieron alcoholizadas”, contó.
“Un grupo de jóvenes, no sé si eran menores, en estado de ebriedad, a punta de botella cortada estuvieron amenazando a dos compañeros del turno de mañana y eso nos causa alarma”, explicó
“Los guardavidas quisieron poner orden en una situación de violencia que estaba sucediendo en el lugar y se vieron amenazados por estos individuos. Después no pasó a mayores, pero son situaciones de violencia que se viven diariamente. Luego de varios llamados al 911 intervino la policía y afortunadamente no hubo heridos”, concluyó con preocupación Luciano Grimaldi.