El tercer álbum de estudio de Sui Generis, el legendario grupo de Charly García y Nito Mestre, modificado para escapar de la censura.
El famoso disco de Sui Generis “Pequeñas anécdotas sobre las instituciones” cumple 50 años.
Es el tercer álbum de estudio del legendario grupo de Charly García y Nito Mestre.
Se trata del material editado en diciembre de 1974, coronando un ascenso meteórico y una creatividad asombrosa con tres trabajos realizados en apenas dos años.
A esa altura ya llenaban con facilidad cualquier teatro de Capital, como el Coliseo y el Gran Rex, un poder de convocatoria muy importante para la época.
Sin embargo, un problema que tenía Sui Generis es que el público les seguía pidiendo que toquen éxitos del primer disco como “Canción para mi muerte”, y Charly quería hacer canciones más complejas y usar los sintetizadores que recién aparecían en el mundo. Ese desfasaje queda muy claro en “Pequeñas anécdotas sobre las insituciones” y en los recitales de presentación.
Un grave problema que sufrió este trabajo fue una profunda censura mientras se estaba mezclando el material. El productor Jorge Alvarez llegó un día al estudio y avisó a todos que había una prohibición que venía de un cargo tan importante que podía llegar a cerrar la grabadora si no cambiaban algunas canciones. Charly aceptó el desafío y por eso se cambiaron estrofas, y algunos temas incluso se eliminaron y fueron reemplazados por otros compuestos a último momento.
Así fue como la idea original del disco conceptual y de protesta quedó diluida por la censura, pero igual se nota la intención de Charly de hablar sobre instituciones como el matrimonio, tal como aparece en “Pequeñas delicias de la vida conyugal” e “Instituciones”.
Los temas que sacaron del disco eran “Juan Represión” y “Botas locas”, que criticaban a la policía y al servicio militar. Y entre las canciones que se hicieron sobre el final estuvieron “Tango en segunda” y “El tuerto y los ciegos”, que cuenta la mitológica historia griega de Cassandra, que tenía el don de adivinar el futuro, pero también la maldición de que nadie le creía lo que decía.
Además, como en 1973 y 1974 algunos músicos de rock se acercaron al mundo de la política más militante y tocaron en villas y junto a curas como el Padre Mugica, Charly compuso “Para quién canto yo entonces”, donde se pregunta: “Para quien canto yo entonces, si los humildes nunca me entienden, si los que saben no necesitan que les enseñe”.
La lista de temas se completa con “Las increíbles aventuras del Señor Tijeras”, “Música de fondo para cualquier fiesta animada” y “Tema de Natalio”.
Según contó Charly muchos años después, la tapa original tenía una pared de ladrillos muy similar a lo que luego haría Pink Floyd en “The wall”. Y había un tema que tenía frases del Manifiesto Comunista, incluso con un final donde gritaban “¡Proletarios del mundo uníos!’.
En la época de este disco, Sui Generis no era un dúo sino una banda de rock que tenía a Juan Rodríguez en batería y Rinaldo Rafanelli en bajo. Además, grabaron músicos como Billy Bond y María Rosa Yorio en coros, David Lebón en guitarra, Jorge Pinchevsky en violín y León Gieco en armónica.
Después de hacer este álbum, Charly comienza a pensar en separar el grupo y armar otro para poder hacer una música diferente, pero Nito lo convence de armar un disco más experimental y solo hacer shows en teatros céntricos en vez de recorrer clubes del Gran Buenos Aires. Lo intentan, pero Charly está decidido y al año siguiente despide a Sui Generis en el estadio Luna Park.