Por Vito Amalfitano
La organización vence al tiempo.
Más que un equipo nuevo, todo un plantel en formación. Así jugó Aldosivi su primer partido como local en la Superliga del fútbol argentino. Condicionado por los tiempos. Con una necesidad imposible de satisfacer. La de tener más días, entrenamientos y partidos oficiales para encontrar un funcionamiento en plena competencia. Y con la urgencia que determina un campeonato con tantos descensos, la obligación de sumar rápido.
Aun en esas circunstancias, Aldosivi empezó y sostuvo desde el inicio cierto orden posicional y le agregó paciencia, mayor posesión y elaboración prolija. Pero después de algunas situaciones en el arranque, le costó presentar repentización para desequilibrar en el último cuarto de cancha y, por consiguiente, le faltó profundidad.
Huracán se encontró con la victoria parcial con un penal que no fue. Y después adelantó líneas, apeló a la presión sobre la salida de Aldosivi, incomodó aquella posesión, equilibró en poblar el medio.
Otra de las razones de ese resultado parcial fue Marcos Díaz, el arquero de Huracán. Que respondió con suficiencia frente a Straqualurci en el primer tiempo y ante un remate de Nahuel Yeri en el comienzo de la segunda etapa. Parecía que con un rebote fortuito como el posterior al remate de Colman era la única manera de perforar al golero.
Pero había otra manera. Aquella repentización que le faltaba Aldosivi se la dio “la joya” Cristian Chavez, quien ingresó para eso, y en el final del partido penetró con mucha decisión al área, se llevó la marca, peleó la pelota sobre el fondo del área por izquierda y mandó el centro atrás para la entrada de Matías Pisano, el mejor de Aldosivi.
Una vez más, y a pesar de los condicionamientos de origen,- aquello del plantel y el equipo en formación-, Aldosivi tuvo orden y sostuvo la estructura en un partido difícil. Pero ahora le agregó nada menos que un triunfo importante para adelantarse a esos tiempos y esas urgencias. Y con coraje y compromiso para dar vuelta un resultado ante un equipo de Gustavo Alfaro, lo que ya es todo un dato.
Estaba el orden. Y el compromiso y la decisión de buscar siempre. Faltaba el brillo, la soltura, la aparición de cierta jerarquía individual para desequilibrar. Pero volaron Chavez y Pisano y Aldosivi tuvo un festejo de sueño de permanencia en primera. Con todas las urgencias, entonces, pero con las dificultades de un plantel en formación, Aldosivi se adelantó al tiempo…