Los armadores cuestionan las nuevas exigencias que las autoridades pretenden imponer sobre la flota fresquera marplatense. Aseguran que buena parte de la industria local no podría seguir explotando el recurso.
La flota fresquera local continúa rechazando las propuestas del plan de manejo del langostino impulsadas por el subsecretario de Pesca de la Nación, Juan Bosch, a quien los armadores le reprochan haber diseñado un conjunto de medidas que “discriminan” a la industria pesquera de Mar del Plata, generando el riesgo de que muchos de sus buques queden excluidos del negocio.
Luego de que la semana pasada un grupo de armadores tuviera acceso al contenido del borrador que analizan las autoridades, las críticas comenzaron a profundizarse.
“No estamos en desacuerdo con que haya un plan de manejo. Estamos en desacuerdo con este plan que están proponiendo y que perjudica al puerto de Mar del Plata”, le aseguró a LA CAPITAL un integrante de la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros de Altura.
Las propuestas más cuestionadas tienen que ver con la forma en la que la implementación del plan afectaría a la flota fresquera local con permiso para la pesca del langostino, la cual ya se está alistando para iniciar la zafra de ese recurso.
“Pretenden cambiar las reglas de juego de un día para el otro sin haberlo consensuado con nadie. Un plan de manejo de estas características tiene que ser analizado y acordado con todos los actores sentados en una mesa y no del modo en el se lo pretende hacer”, agregó el empresario.
Una de las medidas más polémicas es la que plantea limitar a 72 horas la operación de los buques fresqueros, contadas desde “el inicio efectivo de las operaciones de pesca y su regreso a puerto” y a 96 horas cuando el puerto base se encuentre a una distancia superior a las 140 millas. Según la Cámara de Armadores, esta disposición sería letal para la flota local ya que debido a que el puerto de Mar del Plata se encuentra a 450 millas náuticas del área de pesca, un buque dispondría (según las condiciones climáticas y de navegación) de apenas “de entre 29 y 46 horas para pescar y completar sus bodegas”.
Pero esa no es la única disposición que los armadores locales consideran discriminatoria. Otra de las medidas del borrador plantea la obligación de que el recurso sea estibado a bordo en cajones de no más de 15 kilos de peso, lo que para la flota local “incrementaría notoriamente los costos” de la actividad, dejando fuera de juego a las empresas marplatenses. “Estamos de acuerdo con que el langostino no puede ser almacenado a granel, pero estibarlos en cajones de 15 kilos es arbitrario y hace inviable a la actividad”, plantearon desde la Cámara de Armadores.
Otra de las disposiciones en discusión es la que les exige a Chubut y Santa Cruz el “compromiso” de no permitir que los buques con permisos provinciales capturen langostino dentro del Golfo San Jorge, a cambio de recibir en compensación unas 3.500 toneladas de ese recurso.
Para los empresarios locales esa medida no tiene ningún fundamento ya que debido a que la pesca dentro del Golfo San Jorge ya está limitada por vedas obligatorias dispuestas a partir de recomendaciones del Indep, no existen razones para que ambas provincias sean “compensadas”.