Su cuarto disco podría llegar a los Latin Grammys. El artista, que está por lanzar una particular colaboración junto a Naty Pastorutti, compartió detalles de su doble perfil como músico y productor, en una charla con LA CAPITAL.
El chamamecero Santhyago Ríos, oriundo de Otamendi, está viviendo un momento clave en su carrera: su cuarto disco de estudio “Visión” fue postulado por Warner Chappell Music a los premios Latin Grammy 2024 -en la categoría de Mejor Álbum de Folklore. Además, acaba de grabar un single con Naty Pastorutti, que verá la luz en los próximos meses.
Junto a su banda, Santhyago trabaja desde 2020 con Warner Chappell Music y LHA Music que no solo publicaron “Visión”, sino que reeditaron sus anteriores discos, en los que el artista mantiene viva las tradiciones de la música litoraleña, pero combinándola con elementos de distintos géneros. Es decir, “a mi manera”.
El joven artista, muy activo en redes sociales, donde suele compartir sus versiones en chamamé de temas de los más variados estilos, está muy contento con la postulación de este disco. “Es un hito histórico porque es la primera vez que Warner postula un álbum de chamamé, en el rubro folklore. Es un reconocimiento significativo al compromiso de Warner y la confianza conmigo y con la banda”, valoró Santhyago en una charla con LA CAPITAL, a pocos días de haberse conocido la noticia.
Sobre la colaboración con Naty Pastorutti, contó que se trata del tema “Sin testigos”, un cover de Luciano Pereyra reversionado. Ya está grabado y se lanzará en los próximos meses, “una vez que hayamos rodado el videoclip”, indicó. Y valoró que “Nati es mucho más reconocida por el folklore y nos juntamos para hacer un chamamé”.
Más adelante, el artista definió “Visión” como “un disco ecléctico que fusiona tradición y modernidad: desde versiones fieles de temas tradicionales, hasta reversiones innovadoras de canciones de otros géneros”.
“Si lo tengo que definir, es ‘hice lo que quise’. porque grabamos una versión de un tema que se llama ‘Noches correntinas’, de Raúl Barbosa, y yo la hice exactamente tal cual porque cuando conocí esa versión tenía 9 años, la escuché dos o tres veces, pero siempre me acordé. Hace poco la pude conseguir de nuevo y me di el gusto. Pero también reversionamos temas totalmente como “Cariñito”, “Universo paralelo”, “La hora del chamamé”, que es un tema de un compositor brasileño y justamente se hizo para un programa brasileño con el cual estamos muy relacionados. Además, contamos con la colaboración de artistas de diferentes estilos, como Javier Barilari del metal y Sergio Galleguillo del folklore. Ya desde el nombre, desde el arte de tapa y, luego, desde los arreglos, refleja nuestra visión de la música”, explicó. Y agregó: “Combinar estilos nos da muchas herramientas y, además, lo hace mucho más fluido”.
A su vez, valoró la posibilidad de compartir con otros artistas. “Me gusta relacionarme con todo el mundo pero, principalmente, escuchar y aprender de los que están mucho más arriba. Aprender y entender que trabajar con ellos es una responsabilidad muy importante”, apuntó.
Si bien la composición no es su faceta favorita, Santhyago ha creado algunos temas significativos que forman parte de “Visión”, pero que surgieron espontáneamente. “No podría sentarme y decir ‘ahora voy a componer’, pero si viene la musa, es otra cosa”, confió. Por eso compartió que “lo que prefiero es reversionar y arreglar temas existentes”.
Los orígenes
Santhyago creció en Otamendi, rodeado de naturaleza e inmerso en las influencias musicales familiares que lo marcaron: las raíces paternas de Entre Ríos y las maternas de ascendencia polaca. Ambas ligadas al acordeón que siempre le llamó la atención, desde la imágenes de las tapas de los cassettes. “La música de acordeón estaba en casa.
Me llamaban la atención ese instrumento, lleno de botones” y por eso no dejaba de pedir un instrumento. Su insistencia dio frutos y no solo su familia le regaló su primer acordeón, sino que “justo un profesor de Rosario se mudó a Otamendi y con él empecé a tomar clases”, recordó.
La formación de Santhyago no se detuvo allí. Continuó sus estudios en el IPA y, más adelante, con profesores de Corrientes.
“El estudio me sirvió mucho para desarrollar una comprensión profunda de la teoría musical. Y si bien el único instrumento que me nace tocar desde el corazón es el acordeón, también toco la guitarra criolla, el bajo y el teclado”. Esta versatilidad le abrió puertas para trabajar como sesionista.
El músico descubrió un fuerte interés por la producción musical, que lo llevó a desarrollar esa tarea paralelamente a su carrera como artista folklórico. “Cumplo doble función: soy artista y también trabajo en la interna, aprendiendo toda la parte legal y burocrática de la música, que es súper interesante, en Warner Chappell Music”, contó.
Pero gran parte de su trabajo lo realiza en su casa, en el campo, en Otamendi, donde permanece en una conexión profunda con la naturaleza y las costumbres vinculadas al chamamé. “Trabajo de noche, cuando hay silencio. De día están todos los animales a los gritos; no se puede grabar”, comentó.
El artista ha tenido oportunidades de establecerse en otros lugares. “He estado en Brasil, Paraguay, Uruguay, Ecuador, Francia, Italia. Cuando fui a Barcelona iba a estar una semana y estuve un mes, querían que me quedara”, sostuvo. Pero el joven mantiene sus raíces firmemente plantadas en Otamendi. “Estoy muy arraigado a mi lugar, mi familia, es mi cable a tierra”, aseveró para finalizar.