El equipo de Diego Aguirre sumó su segunda derrota en otras tantas presentaciones en la Copa. "Lucho" González marcó el único gol del partido para Atlético Paranaense. Blandi erró un penal sobre el final.
San Lorenzo sumó su segunda derrota en igual cantidad de partidos, tras perder frente a Atlético Paranaense de Brasil por 1-0, de local, en un encuentro válido por el Grupo 4 de la Copa Libertadores de América de fútbol.
El gol del equipo que conduce Paulo Autuori lo convirtió el volante argentino Luis “Lucho” González, ex Huracán, a los 4′ del primer tiempo.
El conjunto local, con el 4-2-3-1, padeció en los 45 minutos iniciales la inteligencia y el excelente trato que le dio a la pelota Atlético Paranaense que, con un 4-5-1, fue mucho más profundo y peligroso en ataque.
El equipo de Diego Aguirre lució perdido, se vio desbordado por su rival -que marcó el ritmo de juego-, y además le costó mucho generar fútbol.
A esta altura ya es un hecho que San Lorenzo siente las ausencias de Sebastián Blanco y el uruguayo Martín Cauteruccio, que migraron al fútbol estadounidense y mexicano respectivamente, para llegar al arco rival. Es que Ezequiel Cerutti y Bautista Merlini, sus reemplazantes, no gravitaron.
Y encima, a los 4′, Atlético Paranaense se puso en ventaja con un gol de cabeza de “Lucho” González, tras una muy buena jugada colectiva.
San Lorenzo, que apenas llegó, a los 8′, con un remate desde afuera del área de Nicolás Blandi, su mayor carta ofensiva, sufrió el toqueteo de su adversario y también su falta de ideas futbolísticas.
Después Atlético Paranaense tuvo campo y pelota. Y además Nikao y “Lucho” González, a los 29′ y 39′, desperdiciaron sendas chances de gol.
Aguirre, frente a esto, en el segundo tiempo mandó a la cancha a Rubén Botta, lo más parecido a un enganche que tiene el plantel, por el defensor uruguayo Mathías Corujo. Y la primera buena señal se produjo al minuto con un remate de Merlini que se fue muy cerca del palo izquierdo.
Pero 60 segundos más tarde el arquero Sebastián Torrico evitó el segundo gol frente a un disparo de Matheus Rossetto. Y el guardavallas, a los 9′, respondió otra vez ante un tiro de Felipe Gedoz, de buen partido.
Eso fue la imagen del segundo tiempo: un partido de ida y vuelta, de tránsito rápido en la mitad de la cancha y con llegadas en ambos arcos.
San Lorenzo, con el transcurrir de los minutos, se adueñó de la pelota, y el volante paraguayo Néstor Ortigoza, a los 16′, 20′ y 23′, tuvo el empate. El cambio principal fue de actitud más que futbolístico.
El equipo local chocó con la solidez de Paulo André, Thiago Heleno, los dos centrales, que ganaron todo de arriba, y con la figura del arquero Weverton, que respondió cada vez que lo exigieron.
Encima, a los 30′, Blandi erró un penal. Ni siquiera el tiro del final le salió a un San Lorenzo que se acordó tarde de jugar, pero que mereció largamente al menos el empate.