Interés general

Salomón Schächter, una historia de vida

El destacado médico traumatólogo presentó su libro autobiográfico en la Asociación Médica Argentina. Su vida dedicada a formar médicos y su paso por los distintos servicios hospitalarios dejaron huellas en la vida de sus amigos y pacientes.

Por Mariana Badeni

“No tenía ninguna duda. Yo quería ser médico. Ya a los tres años decidí que iba a ser médico. No tenía necesidad de recurrir a ningún test vocacional”, relata el médico traumatólogo Salomón Schächter, Profesor Emérito de la UBA y Doctor Honoris Causa de la Universidad Católica de Córdoba, en su autobiografía titulada: Schächter por Schächter, una historia de vida.

Intentar describir la extensa trayectoria del Doctor Schächter no es una tarea fácil para nadie porque se extiende mucho más allá de la dedicación que le dio a su profesión. Quizás por eso es que el destacado traumatólogo, de origen polaco pero de corazón cien por ciento argentino, luego de escribir cinco libros técnicos de medicina afrontó él mismo su sexta obra, sin duda la más emotiva, relatando algunos aspectos desconocidos de sus 86 años de vida.

“Este es el sexto libro que escribo, pero es el único autobiográfico. Esperaba simplemente darles esta obra a los que son mis amigos, a los que fueron mis pacientes y a todo el público que ha estado presente, para que lean la vida y la trayectoria de un gran trabajador. Eso es lo que soy, un trabajador entusiasta que estaba poseído por una pasión, por un ideal, por una vocación. Eso es lo que me hizo hacer la gran cantidad de cosas que hice en mi vida”, destacó a La Prensa Salomón Schächter durante la presentación de su libro, de 311 páginas, en el salón de la Asociación Médica Argentina.

El evento realizado el pasado lunes fue la excusa perfecta para que colegas, discípulos, pacientes y admiradores de su trayectoria se juntaran para brindarle un emotivo saludo. Así estuvieron presentes el director de La Prensa, Florencio Aldrey Iglesias; Miguel Galmés, presidente de la Asociación Médica Argentina; Elías Hurtado Hoyo, presidente honorario de la Asociación Médica Argentina; José María Varaona, presidente de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología; el destacado médico traumatólogo Jorge Miguel Romanelli; y Luis Ovsejevich, presidente de la Fundación Konex, entre otros.

Salomón Schächter junto a Florencio Aldrey.

Emotivo

El discurso de apertura estaba a cargo del médico Ricardo Tito Amor, que por estar convaleciente por dengue, finalmente envío algunas palabras dirigidas a su colega y amigo. “Transitamos un camino de aprendizaje continuo que lo proseguimos en el hospital Fernández. Recuerdo días de intenso trabajo, de docencia e investigación que fueron de gran enriquecimiento. Elegiste esta hermosa aventura, la medicina. Pusiste pasión y profundidad en el profesionalismo, en la tarea diaria. Construiste una carrera brillante con esfuerzo y dedicación absoluta. Tu saber traspasó la frontera. Hoy sos conocido en el mundo entero. Transitaste como muchos, mares calmos y tempestuosos con la misma convicción y entereza. Has formado generaciones de médicos traumatólogos, muchos de ellos hoy de renombre. Tu enorme figura fue una guía. Tu estela luminosa nunca dejó de brillar”, destacó Amor.

Otro punto emotivo del encuentro estuvo a cargo del cirujano de columna Carlos Tello que dijo algunas palabras sobre el libro a los presentes. “El autor es el típico argentino, hijo de inmigrantes, aunque él en realidad es un inmigrante, que vino de Europa. Modificó el entorno en el que se desempeñó, formó médicos, tiene discípulos y su paso por los distintos servicios dejó huellas. Me contaron que fue un jefe que exigía atención absoluta, cultor de la puntualidad y la precisión”, resaltó el colega y amigo. Sobre el libro enfatizó que: “Figuran algunas anécdotas que son exquisitas. Desde el honrar la medicina, con la historia de Evaristo y los honorarios médicos; la anécdota de Sandro, el cantor gitano, su fractura de húmero, la pericia médica en su autonomía. Sus entrevistas con Florencio Escardó, el Piolín de Macramé, pretexto de la disconformidad y la amistad; pasando por el presidente Menem, la política, los miedos del paciente y, por qué no, los miedos del médico. Y otras como la relación con Ferré, su maestro. Son tan singulares las anécdotas como las reflexiones que de ella trascienden. Reflexiones que cubren un espectro amplio, desde la grandeza de la humildad hasta la comprensión y tolerancia que no pueden faltar en el médico”.

La sexta obra del doctor Schächter guarda un capítulo especial para sus nietos. Sus reflexiones provienen de las 37 horas de video acumulados a partir de las entrevistas que el realizó su nieto Nicolas. Anécdotas, datos y valores forman parte de ese legado familiar.

Sobre ese punto Tello señala que Salo, como apoda a su amigo, destacaba en su obra que: “Hay juventud cuando se trabaja con entusiasmo por un ideal. A severa que la ciencia no es mala ni buena, inmoral o moral en sí misma. Es el hombre, es el científico quien le da o no su contenido humano y ético”.

Finalmente repitió una consigna del autor al decir que: “Parafraseando a la madre Teresa, nunca hay que detenerse en la vida, si uno no puede correr, debe trotar, si uno no puede trotar, debe caminar, y si uno no puede caminar, debe usar un bastón, pero si con esto no alcanza, debe usar una silla de ruedas. Así que nunca hay que detenerse en la vida”.

 

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...