El ex secretario de Política Económica Gabriel Rubinstein afirmó que el presidente Javier Milei y el titular de la cartera de Economía, Luis Caputo “están haciendo un gran trabajo, y es probable se obtenga un rotundo éxito en meses y trimestres venideros”.
No obstante, el ex funcionario durante el Gobierno de Alberto Fernández y la gestión económica como ministro de Sergio Massa advirtió que el Gobierno “compra riesgos políticos y económicos”, que pueden obligar a un nuevo ajuste en el futuro.-
En un hilo plasmado en su cuenta personal de la red social X, el ex funcionario indicó que “a pesar de gran variedad de falacias” como decir, por ejemplo, que es “la peor crisis de la historia, que veníamos de 17,000% de inflación, que había una deuda exuberante en pesos y una deuda externa comercial a punto de estallar”, la gestión económica actual llevará a tener una inflación “bien baja, hacia el 1% mensual, una brecha cambiaria menor al 20%, el re – acceso a mercados externos y una economía creciendo a ritmo de 5% anual”.
Sin embargo, consideró que el Presidente y el ministro “compran riesgos políticos, económicos y financieros”, que pueden obligar “al gobierno que en su momento pudiera sucederlo”, a realizar “ajustes económicos” relevantes.
“No tener un amplio consenso aumenta mucho los riesgos de reversibilidad. La última vez que Argentina no tuvo estos riesgos fue en 2007. Gracias a la herencia de una muy buena macro liderada por Lavagna (superávit fiscal primario de 3% PIB, dólar alto, inflación baja, alto crecimiento, etc.), no importaba si ganaba Lavagna, Carrió o Cristina. No había riesgos de reversión macro. Ahora todavía estos riesgos son importantes”, indicó.
En la misma línea, señaló que “la imposibilidad de poder dar certeza que el dólar bajo será eterno” trae riesgos “significativos” de aumento en la caída del empleo, o bien, acceder a “empleos de menor calidad”.
Otro de los riesgos importantes, según la visión de Rubinstein son los que “pueden crear severas turbulencias cambiarias” porque con “el dólar percibido en forma mayoritaria como bajo, cualquier shock político o externo” incita a comprar divisas.
“Si encima no hubiera dólares en el Banco Central para hacer frente a corridas, éstas pueden adquirir gran magnitud (estemos con o sin cepo, con dólar flotante o fijo)”, remarcó.
Para finalizar, aseveró que “casi todo va viento en popa” y que si esta situación trae “éxito económico”, es posible que el Presidente “tenga un muy buen resultado electoral en 2025 y chances de ganar en 2027”.
“Sería conveniente (o en algún momento necesario) que, el modelo, pudiera mejorarse suficientemente, para minimizar los riesgos políticos (reversibilidad), económicos (dólar seguramente demasiado bajo), y financieros (mix de dólar bajo y carencia de reservas en BCRA), de modo que la macro quede sostenidamente ordenada”, concluyó.