El cantante de Ella es tan Cargosa llega a Mar del Plata con "Las cosas que inventás", un trabajo en el que explora el arte de hacer canciones con una mirada intimista y del que, asegura: "Privilegiamos la belleza, antes que una idea de equilibrio rítmico".
“Las cosas que inventás” es el primer disco solista de Rodrigo Manigot, el cantante de Ella es tan Cargosa. El músico aprovechó el “hueco temporal”, entre La sangre buena, el disco de 2017 nominado a los Grammy latinos y la celebración del 20 aniversario de la banda -el año que viene- para sumergirse con el productor Mariano Otero en un trabajo intimista, de búsqueda de sonidos diferentes y una vía para expresarse a través de las canciones que ha ido guardando desde hace más de 25 años hasta la actualidad.
Con esta producción, disponible para el público desde principios de julio y que cuenta con la participación de Fito Páez en el corte Neblina, Manigot vendrá este sábado a Mar del Plata.
En Teatriz, mostrará este trabajo que mantiene algunos elementos crudos del rock, pero con un sonido folk, en una fecha en la que contará con Paraje Alfar como banda invitada.
Antes, habló del disco, de su propia definición de la canción y de “seguir tocando y cantando, pese a las zancadillas recurrentes que nos hace el país a todos”.
“Las cosas que inventás” comenzó a ser grabado en enero de 2018. Participaron músicos de elite: el mismo Mariano Otero (ex Fito Páez, hoy Vicentico) en bajo, pianos, guitarras; Sergio Verdinelli (ex Luis Alberto Spinetta, Andrés Calamaro) en baterías; Germán Wiedemer (pianista y director de la banda de Andrés Calamaro; y productor de Ella es tan Cargosa) en pianos; Gustavo Albornoz en guitarras; Carlos Vandera en pianos y coros. Se sumaron también Sergio Wagner (flugel horn); Miguel Tarzia (guitarra) y Axel Itroini (teclados). También hay dos invitados muy importantes en la vida de Manigot, que aportan sus voces. Uno, Mariano Manigot, hermano y compañero de Ella es tan Cargosa y Páez.
“No distingo, casi, mi vida de mis canciones”, aseguró Manigot en una nota con LA CAPITAL en la que definió que las canciones son “el esqueleto con el que voy esculpiendo mi propio esqueleto”.
– Te dedicaste a este primer disco solista a casi 20 años de trabajar en formato banda. ¿Qué te decidió a dar ese paso?
– Me decidí a grabar este disco por distintas cuestiones. La primera es que con Ella es tan Cargosa grabamos en 2017 La sangre buena (fue nominado a los Grammy latinos como mejor álbum pop) pero sabíamos que hasta 2020, que cumplimos 20 años de carrera, no íbamos a grabar nada nuevo en estudios. O sea, había un hueco temporal. Lo segundo es que vengo componiendo desde 1992. Tenía un montón de canciones guardadas en mi casa que sentía que estaban vivas y que merecían ser grabadas. Y lo tercero es que Mariano Otero se ofreció a producirlas y grabarlas en su estudio. Nos pusimos a trabajar, y acá estamos.
– El trabajo solista ¿te permite una mirada, una producción más instrospectiva, filosófica?
– Yo siempre siento que, cuando escribo canciones, pienso filosóficamente sobre lo que me va pasando, lo que me sucede a mí y a los que me rodean. Así que no veo que la diferencia pase tanto por mi mirada de las cosas. Creo, eso sí, que el disco es más intimista desde lo musical. Hice un disco mucho más tranquilo, con otra búsqueda, distinta a lo que hacemos con la banda. Y eso es mérito del productor, claramente.
– Las canciones de Las cosas que inventás, tienen puntos en común con las de Ella es tan Cargosa pero también muchas diferencias ¿cómo fue esa búsqueda de sonidos propios?
– La idea fue salirnos del sonido de rock de guitarras y de las canciones a lo Travelling Willburys, que es algo característico de Ella es tan Cargosa, y que Mariano Otero tuvo claro de entrada. También buscamos economía: que con pocos elementos sonara poderoso, profundo, con aire. Y no nos importó que el disco se desbalanceara, en el sentido de que había muchas canciones que podrían ser consideradas baladas; privilegiamos la belleza, antes que una idea de equilibrio rítmico. Es un disco con elementos de rock, crudo, pero también hay un sonido folk que buscamos y que fuimos logrando con el correr de la grabación.
– Las letras tienen una mezcla de imágenes, con metáforas y reflexiones y has contado que hay bastante autobiográfico ¿Tenés un método para componer? ¿Qué te inspira? ¿Cómo surge la poética de tus temas? ¿qué significa para vos la canción?
– La canción es para mí el esqueleto que voy esculpiendo con mi propio esqueleto. Es mi sudario. La borra de lo que fue mi vida va a quedar ahí. Lo sé desde pibe, fue y es mi elección, y es algo que mucha gente querida y que respeto me señaló: que el disco es una reflexión sobre el arte de hacer canciones. No distingo, casi, mi vida de mis canciones. Y claro que la autobiografía es una decisión que tomé allá por los ’90. Aunque sabiendo, siempre, que recordar es mentir. Y que por más que creamos estar contando verdades, hacemos ficciones de 3 minutos 30.
– Ella es tan Cargosa nació en plena crisis económica, social. Y ahora, coincidentemente vos lanzás un proyecto nuevo -si bien la experiencia la tenés encima- con una coyuntura con muchos puntos en común de aquellos 2000 ¿Creés que puede ser un “redondel” (o espiral)?
– El problema es esta Argentina cíclica que no puede crecer 20 años seguidos. Mis primeros recuerdos son de crisis y de ajustes. Yo, Rodrigo, vi de pibe el Rodrigazo. Después, la dictadura con sus planes económicos antipopulares. Más tarde el Plan Austral, el menemato, De la Rúa, el corralito. Ahora, esta etapa donde hay gente que sin trabajar juega al carry trade y gana 2 palos por mes. En este contexto de crisis recurrentes crecimos y vivimos. Es un bajón, pero es lo que hay. Lo único bueno es que los argentinos tenemos una gimnasia infernal para adaptarnos y seguir. Los músicos elegimos esta vida por cuestiones que sentimos que eran inevitables. No sabemos hacer bien otra cosa. Seguiremos tocando y cantando, pese a las zancadillas recurrentes que nos hace el país a todos.