El "tricolor" cayó en Entre Ríos, 84 a 71. El resultado también le jugó en contra a Unión.
Las enormes dificultades que ha evidenciado Quilmes durante toda la temporada para ganar como visitante quedaron expuestas una vez más este domingo. El “tricolor” perdió en Concepción del Uruguay, ante Tomás de Rocamora, que se hizo fuerte en su cancha para triunfar por 84 a 71.
De esta manera, los de Luro y Guido no pudieron dar otro paso rumbo a un lugar entre los ocho primeros y, de paso, tampoco ayudaron a Unión, porque los entrerrianos todavía se mantienen con vida en la lucha por la permanencia en la Conferencia Sur de la Liga Argentina de Básquetbol.
Su permisividad defensiva permitió 15 puntos convertidos por su oponente antes de llegar a la mitad del cuarto inicial. Rocamora, liderado por Matías Caire (11 puntos en ese segmento), llegó a tomar ventajas abrumadoras (19-6 y 21-8), con gran oportunismo para capitalizar los contraataques a toda velocidad.
Había empezado bien Rodrigo Acuña adelante, pero luego fue mejor controlado. Entonces, de a poco, Quilmes empezó a hacer pie atrás, y con un inspirado Lisandro Fernández, acortó distancias.
De todas maneras, la pésima gestión defensiva y los problemas para controlar el rebote ofensivo del oponente le dejaron otra vez abajo en las cifras en el segundo cuarto. Rocamora se escapó a 33-22.
Hasta que el “tricolor” encontró la paciencia necesaria para construir mejor adelante. Así, no solamente anotó con mayor continuidad, sino que también privó a Rocamora de sus letales réplicas. Parecía que Quilmes encontraba el rumbo, cuando tras una falta ofensiva sancionada a Acuña sobre Juan Cruz Frontera, se golpeó fuerte Cequeira. El base protestó y se ganó una falta técnica. Pero el visitante no perdió el enfoque y se mantuvo expectante en las cifras.
Y ofreció su mejor imagen del partido en el tercer cuarto. En el cual consiguió incluso pasar al frente en el resultado y distanciarse a dos posesiones largas apenas superada la mitad del segmento: 50-56, con Agustín Ecker en rol protagónico. Pero un triple de Justo Catalín sobre el epílogo del parcial anticipó lo que vendría más tarde.
Porque el último cuarto fue para el olvido. A Quilmes le costó todo. Rocamora defendió cada posesión como si fuera la última, la conducción del base relevo Brian Díaz le quitó vértigo pero le sumó precisión, y tres triples seguidos (dos de Catalín y uno de Agustín Cavallin) definieron el pleito por anticipado.