La víctima tenía 68 años, mientras que el que manejaba el otro auto 20 años, se negó a hacerse el control de alcoholemia y quedó detenido. El accidente fatal se produjo a la madrugada en Buenos Aires y Falucho.
Un taxista de 68 años murió esta madrugada mientras trabajaba al ser chocado en Falucho y Buenos Aires por otro auto manejado por un joven que lo había robado minutos antes y que, tras el accidente, se peleó con el personal de Tránsito y se negó a hacerse el control de alcoholemia.
La víctima fue identificada como Antonio Szapiel, mientras que el joven que provocó el accidente fatal como Agustín Daniel Pelegrino (20), quien quedó detenido y fue imputado por el fiscal Pablo Cistoldi por “homicidio simple con dolo eventual”.
El hecho ocurrió cerca de las 5.20 de la madrugada. Personal del Comando de Patrullas del centro vio pasar en contra mano y a toda velocidad por Rivadavia y Santa Fe a un Toyota Corolla blanco, que a su paso chocó contra un vehículo sin provocar heridos, por lo que los efectivos comenzaron a perseguirlo.
El Toyota Corolla intentó evadir a la policía y en ningún momento bajó la velocidad para entregarse. En su intento por escapar, al llegar a Buenos Aires y Falucho perdió el control y colisionó contra un taxi Renault Logan, golpeándolo en el lateral trasero derecho con tanto fuerza que provocó que el taxista saliera despedido del vehículo y muriera prácticamente en el acto.
Los conductores de otros vehículos que presenciaron el accidente frenaron para asistir al taxista, también algunos transeúntes que pasaban por la zona. Esta situación fue aprovechada por el conductor del Toyota Corolla, que intentó escapar de la escena del accidente que había provocado, pero finalmente fue detenido por la policía a las pocas cuadras, en Falucho y Arenales.
El conductor del Toyota Corolla fue identificado por la policía como Agustín Daniel Pelegrino, quien según trascendió, se encontraba en estado evidente de ebriedad, pero al llegar el personal de tránsito y la médica de la policía se negó a hacerse el control de alcoholemia.
Por su parte, la víctima fatal, Antonio Szapiel, falleció prácticamente en el acto y yacía muerta en el asfalto ya desde antes de la llegada de los médicos para intentar salvarlo.
El hecho quedó bajó la órbita de la Fiscalía de Delitos Culposos, a cargo de Pablo Cistoldi, quien imputó a Pelegrino por “homicidio simple con dolo eventual”, dispuso que quedara detenido en la Unidad Penal 44 de Batán y, como primera medida, ordenó que le sacaran sangre para corroborar de esa manera si estaba alcoholizado o bajo los efectos de alguna droga.
Por otra parte, personal policial de la comisaría segundo estableció que Pelegrino había robado horas antes del accidente el Toyota Corolla en San Martín al 4400. Según trascendió, el auto estaba estacionado dentro del garaje de una casa, cuya puerta fue forzada.