Al equipo de Marcelo Gallardo le alcanza con empatar con Racing en el Monumental para consagrarse en la Liga Profesional.
River Plate podrá festejar este jueves su trigésimo séptimo título de campeón del fútbol argentino con solo empatar como local ante Racing Club, en el cotejo más relevante de los cuatro a jugarse en la culminación de la vigésimo segundo fecha de la Liga Profesional.
El clásico se jugará en el estadio Monumental, desde las 21.30, con el arbitraje de Silvio Trucco y televisado por Fox Sports Premium.
El estadio estará completo en su capacidad ya que los hinchas riverplatenses agotaron rápidamente el ciento por ciento del aforo habilitado.
River es el puntero con 49 unidades y Talleres de Córdoba, que el martes fue goleado en La Plata por Gimnasia, se quedó en 40, por lo tanto con solo igualar se alejará a 10 de los cordobeses restando nueve por jugarse y será campeón.
Está cerca de acabar la espera para el exitoso entrenador Marcelo Gallardo, por fin está a un paso de lograr su primer título de primera división en el torneo doméstico ya que hasta ahora había conquistado cinco copas nacionales, tres Copa Argentinas y dos Supercopas Argentinas, que se agregan a los siete títulos internacionales, sumando 12 en total.
Ante Racing, un equipo sobre el que ejerce una notable paternidad y ante el cual en marzo pasado logró la Supercopa al golearlo 5-0 en Santiago del Estero, River intentará ponerle el “broche de oro” a una gran campaña en la cual suma 16 cotejos sin derrotas, con 13 victorias y tres empates.
Este River no es el opulento de años anteriores, se fue desprendiendo de figuras que hicieron diferencia y que lo llevaron a ganar la Copa Libertadores y a jugar la final que finalmente perdió ante Flamengo, en Perú, pero Gallardo le dio un funcionamiento, una dinámica propia de su sello y contó con la aparición de algunas jóvenes figuras como la del desequilibrante Julián Álvarez, quien es hoy probablemente el mejor jugador del fútbol argentino, más Benjamín Rollheiser, Santiago Simón, Enzo Fernández y Felipe Peña
Álvarez, con 16 goles, máximo anotador del certamen y con inminente futuro en el fútbol europeo, es el factor desequilibrante de un equipo que se “refundó” y reemplazó a la figuras de la mejor manera, con superlativo rendimiento individual, colectivo y ganando en todas las canchas.
Racing está en las antípodas de este River, con un 41% de eficacia. Hoy no clasifica para ninguna copa internacional, como producto de flojas gestiones de Juan Antonio Pizzi (pese a que jugó y perdió la final de la Copa de la Liga ante Colón) y el interinato de Claudio Ubeda.
Ahora, con la llegada de Fernando Gago (que suma cuatro cotejos con un triunfo y tres reveses) Racing intenta lograr una fisonomía de equipo en base a un estilo y el rendimiento mejoró, pero incurre en errores notorios que casi siempre culminan en gol del adversario y que hace que una clasificación sea por demás complicada.
En cuanto al historial la supremacía de River es total en el profesionalismo tras 175 partidos con ventaja de 91 triunfos contra 41 y 43 empates.