Las tropas rusas mantienen el asedio a Mariupol tras el rechazo de Zelenski para entregarla a cambio de la salida segura de civiles. Allí, unas 350.000 personas están atrapadas sin agua ni electricidad en la ciudad portuaria.
KIEV, Ucrania.- Kiev amaneció este martes en toque de queda ordenado por sus autoridades y con la confirmación de parte del Gobierno de Ucrania de que sus fuerzas militares recuperaron un suburbio clave de la capital, mientras al sur del país, las tropas rusas mantenían el asedio contra la ciudad portuaria de Mariupol luego de que el presidente Volodimir Zelenski rechazara un ultimátum para entregarla a cambio de la salida segura de civiles.
Las fuerzas invasoras fueron acusadas de causar una catástrofe humanitaria en Mariupol, donde unas 350.000 personas están atrapadas sin agua ni electricidad.
Ese puerto ha sido bombardeado sin tregua y más de 2.000 personas han muerto, según autoridades locales, en lo que el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, calificó como un “masivo crimen de guerra”.
Mariupol es un blanco clave porque le serviría a Rusia de puente entre las fuerzas en Crimea y los territorios controlados por Moscú en el norte y este, refirió la agencia de noticias AFP.
Zelenski, en tanto, volvió a hacer un llamamiento público a su par ruso, Vladimir Putin, para que acepte un diálogo cara a cara que incluya todos los temas que sean necesarios para alcanzar al menos el fin parcial de la guerra.
Zelenski reconoció en una entrevista publicada ayer por la Compañía Nacional de Radiodifusión Pública de Ucrania, también conocida como Suspilne, que las negociaciones han tenido pocos avances, por lo que urgió a Putin a celebrar una charla cara a cara abierta a todos los temas, “en cualquier formato”.
“Si tengo esta oportunidad y Rusia tiene el deseo, podríamos abordar todas las cuestiones”, dijo.
“¿Resolveríamos todo allí? No, pero existe la posibilidad de que podamos parcialmente al menos detener la guerra”, agregó.
Esta mañana, en la jornada número 27 de la invasión, el Ministerio de Defensa ucraniano anunció que sus fuerzas recuperaron el suburbio de Makariv, en Kiev, después de una feroz batalla.
El territorio recuperado permitió a las fuerzas ucranianas retomar el control de una ruta clave y bloquear a las tropas rusas para que no rodearan Kiev desde el noroeste.
Sin embargo, el Gobierno ucraniano admitió que las fuerzas rusas pudieron tomar parcialmente otros suburbios del noroeste, entre ellos Bucha, Gostomel e Irpin, algunos de los cuales habían estado bajo ataque casi desde que el ejército ruso comenzó la invasión, el 24 de febrero.
Con las tropas empantanadas en muchos lugares, las fuerzas del presidente ruso, Vladimir Putin, están concentrando cada vez más su poder aéreo y artillería en las ciudades de Ucrania y los civiles que viven allí.
La invasión ha expulsado a más de 3,5 millones de personas de Ucrania, según Naciones Unidas.
Las conversaciones entre Rusia y Ucrania continuaron por video, pero no lograron alcanzar acuerdo alguno.
Zelenski reiteró anoche a la televisión ucraniana que Ucrania “ya entendió” que no puede unirse a la OTAN, y sugirió que el país estaría abierto a futuras discusiones sobre el estado de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014, y la región oriental del Donbass, en manos de los separatistas respaldados por Rusia, pero dijo que ese era un tema para otro momento.
La situación del Donbass, donde están emplazadas las provincias rusoparlantes Donetsk y Lugansk, fue uno de los orígenes del conflicto, ya que Rusia reclamó durante años que Ucrania cumpliera con los Acuerdos de paz de Minsk de 2014 y 2015, según los cuales ambas provincias podían votar sus autoridades regionales y tener el idioma ruso como oficia y de enseñanza escolar.
Rusia asegura que ello no ocurrió, sino que, por el contrario, el gobierno ucraniano mantuvo un enfrentamiento militar “criminal” contra las milicias separatistas que, según cifras de Naciones Unidas, dejó al menos 14.000 muertos entre 2015 y 2021.
La Asamblea General de la ONU reanudará mañana el debate que inició a comienzos de este mes acerca de la situación derivada de la invasión de Rusia a Ucrania, informaron hoy fuentes oficiales.
El encuentro fue solicitado por escrito por Ucrania y varios de sus aliados, y su realización fue confirmada luego por el presidente de la Asamblea, el maldivo Abdulla Shahid.
Alemania, Canadá, Estados Unidos, Estonia, Francia, Georgia y Ucrania, entre otros, desean “estudiar las consecuencias humanitarias de la agresión” rusa, dijeron en carta a Shahid.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, volvió a rechazar anoche que su país tenga armas químicas o biológicas en Europa y advirtió que en cambio es Rusia el que analiza usarlas en su invasión a Ucrania.
“(El presidente ruso, Vladímir Putin) afirma que nosotros, EEUU, tenemos armas biológicas y químicas en Europa; eso simplemente no es cierto, se lo garantizo; también está sugiriendo que Ucrania tiene armas biológicas y químicas en Ucrania, eso es una clara señal de que está considerando usar ambas”, alertó Biden.
El mandatario habló en la reunión trimestral de directores ejecutivos de la Business Roundtable (Mesa Redonda de Negocios), oportunidad en la que desmintió las acusaciones de Moscú, según la agencia de noticias Sputnik.