Grooming significa el acoso virtual a niños, niñas y adolescente por parte de adultos con fines sexuales: obtener imágenes, videos, audios. Esta práctica que desde el 2013 es considerada delito con una pena de 6 meses a 4 años, mucha veces puede servir de puerta de entrada a otras figuras penales más graves.
Por Federico Cermelo*
La realidad virtual es igual o más peligrosa que la física, que la vemos y la transitamos a diario. Uno sale de su casa, cruza la calle y circula con ciertos cuidados porque sabe que se expone a diversos riesgos: accidentes de tránsito, inseguridad y hoy por hoy -pandemia mediante- con la obligación de cumplir con las medidas de protección y distanciamiento que corresponden.
Sin embargo, cuando nos conectamos a la red desde un dispositivo móvil o la pc, en muchas oportunidades no tomamos los mismos recaudos, a veces ni siquiera instalamos un antivirus adecuado ni nos preocupamos por eliminar el espacio ocioso de nuestros archivos, exponiendo el sistema a ser pasible de ataques externos y de un mal funcionamiento.
Ahora bien, la preocupación claramente inquieta sí los que están en riesgo son los usuarios y más aún, sí se trata de niños, niñas y adolescentes, una generación que tiene incorporada la virtualidad como una práctica naturalizada que a veces parece segura, pero al ser dinámica y sin las precauciones debidas, puede no serlo.
Claramente, la pregunta que viene a colación es: cuáles son esos riesgos? Básicamente, tienen que ver con la posibilidad de ponerse en contacto con personas que no son quienes dicen ser. Los perfiles falsos en redes sociales, plataformas digitales y los juegos en red, están a la orden del día. Adultos que simulan ser niños o niñas con fines tan delictuales como patológicos: avanzar sobre la intimidad y en el peor de los casos, intentar encontrarse con la persona menor de edad.
Esto que resulta terrible y que nos debe poner en alerta, se llama Grooming y significa el acoso virtual a niños, niñas y adolescente por parte de adultos con fines sexuales: obtener imágenes, videos, audios. Esta práctica que desde el 2013 es considerada delito con una pena de 6 meses a 4 años, mucha veces puede servir de puerta de entrada a otras figuras penales más graves que, en caso que el victimario logre dar con su víctima, pueden tener lugar.
Lamentablemente, esta es una realidad que hoy no podemos negar, que incluso existen datos que se ha agravado durante la pandemia en alrededor de un 30% y 40%. En este sentido, desde el Observatorio de la Juventud de Diputados Nación, un espacio que aborda temáticas que afectan a las infancias y juventudes dentro de la Cámara Baja que preside Sergio Massa, nos vinculamos con la Ong Mamás en Línea, integrada por familiares de víctimas y voluntarios, para contribuir a impulsar una campaña permanente de prevención y visualización de la problemática.
En este marco, se vienen generando conversatorios virtuales desde el Observatorio junto a Roxana Domínguez –presidenta de la organización- así como sus integrantes -Rosa Castro, Cinthia García y Mabe Christensen. Además de visualizar la importancia de abordar el Grooming, durante los conversatorios se expusieron datos y se capacitó a más de 200 participantes de todo el país, con la participación de autoridades del Congreso Nacional, legisladores nacionales y provinciales, como la diputada Luciana Padulo quien desde hace tiempo aborda la temática, así como intendentes, funcionarios judiciales, docentes, estudiantes y público en general de todo el país.
También, nos hemos sumado a apoyar un proyecto de ley que genera un Programa Nacional Contra el Grooming, que ha obtenido media sanción tras ser aprobada por el senado de forma unánime y que esperamos que pueda convertirse en ley.
Sí todos los que pueden colaborar desde sus ámbitos institucionales, comienzan a abordar Grooming, seguramente lograremos concientizar y abordar una problemática que debe ser trabajada en forma integral, con los niños, niñas y adolescentes, sus padres, madres y/o tutores responsables, así como en la escuela y con las fuerzas de seguridad.
*El autor es Abogado y Director del Observatorio de la Juventud de la Cámara de Diputados de la Nación.