Prócer del rock nacional, se presentará este lunes en el Teatro Roxy, recital donde recorrerá grandes éxitos de Vox Dei, muchos de ellos compilados en el disco La Biblia.
Clásicos de Vox Dei y canciones de la etapa solista de Ricardo Soulé serán parte del espectáculo que dará el músico este lunes en Mar del Plata, junto a su proyecto musical personal, “La Bestia Emplumada”. El show será a las 21 en el escenario del Teatro Roxy (San Luis 1750).
“Esta gira nacional que estamos realizando abarca temas de la primera época de Vox Dei, pasa por clásicos y tocamos varios temas de mi repertorio, muchos de ellos son casi desconocidos. Pero los clásicos y los más emblemáticos del repertorio de Vox Dei están incluidos muy especialmente en la lista de temas”, contó Soulé en una entrevista con LA CAPITAL.
Acaso lo más emblemático de Vox Dei haya sido el disco conceptual “La Biblia”, que apareció en 1971. Desde entonces, estuvo acompañado por la buena repercusión y el éxito y aún hoy logra generar expectativa entre las nuevas generaciones. Soulé es considerado un artista histórico del rock nacional, exponente de los años ’60.
– ¿Qué nuevo desafío tiene el repertorio de la Biblia en el siglo XXI, logran que otros públicos accedan y se interesen por este disco?
– La Biblia según Vox Dei llega al siglo XXI con un recorrido muy importante de los comienzos del rock nacional y el público de este 2023 reconoce en sus canciones una creatividad que despierta una serie de inquietudes en el auditorio que permaneció vigente desde los comienzos hasta ahora. Efectivamente el interés del público es muy marcado con estos temas, y es un público muy renovado, muy cambiado, porque han pasado muchos años y estamos teniendo una llegada a una juventud hasta menor de 20 años que se interesa de manera notable en estas canciones tan especiales que forman el repertorio de Vox Dei y la Bestia Emplumada.
– ¿Y a nivel personal, cómo evalúas el disco La Biblia, qué te genera volver a interpretarlo?
– Desde el comienzo de las presentaciones de La Biblia según Vox Dei en el Teatro Presidente Alvear en la avenida Corrientes en Buenos Aires me genera una emoción muy grande y un compromiso muy grande porque son temas que requieren una concentración importante y una interpretación que no da lugar a distracciones. Cada vez que tengo que tocar temas de La Biblia para mí es un desafío, de tratar de dar la talla con una obra que ha tenido una trascendencia inusitada, inesperada por nosotros.
– ¿Por qué caló tan hondo un disco como La Biblia de Vox Dei?
– Creo que el principal motivo por el cuál La Biblia según Vox Dei caló tan profundo en el gusto del público es por la temática que aborda, totalmente inusual para la música de rock, la música popular. Otro elemento también es la característica de la música, de la composición. Tiene una forma de componer que no era usual hasta el momento, más emparentada con la música clásica, donde los movimientos son largos y van cambiando de ritmo y de tonalidades, y eso es totalmente distinto a las concepciones más utilizadas para la música popular. O sea, la parte literaria abordando una temática inusual y la parte compositiva utilizando recursos nada comunes en la música popular sobre todo del rock.
– ¿Considerás que el rock nacional con sus próceres e ídolos está teniendo un resurgimiento, a partir de la serie de Fito Páez? ¿Observás una suerte de redescubrimiento por parte de las nuevas generaciones?
– Por el contrario, considero la serie de Fito Páez es justamente a consecuencia de la revalorización de la música del rock nacional de la primera época. Fito no pertenece a esa línea, porque él creo que empezó unos 10, 12 o 15 años después. Pero sin ninguna duda es un representante importantísimo de la música del rock nacional y lo sé porque me lo ha dicho personalmente que es un gran admirador de nuestro repertorio. El descubrimiento de nuestra música a través de las nuevas generaciones es un hecho tangible. Recientemente estuvo tocando un grupo en un acto en la Biblioteca del Congreso Nacional, un grupo de jóvenes que no superaban los 17 o 18 años, y era muy fácil darse cuenta de la influencia del rock nacional de la primera época.