Son murales de grandes dimensiones. Ya se inició la primera etapa de la reparación. Cuando estén terminados, formarán parte de un centro de compras y podrán ser visitados.
Dos grandes murales que el plástico Juan Carlos Castagnino pintó en 1947 en el hall del Cine Teatro San Martín repara desde hace dos meses Natalia Minuchín, restauradora de Mar del Plata, junto a un equipo de profesionales.
Esta primera etapa de la restauración consiste en trabajos de protección de las pinturas, la segunda será la restauración final. Minuchín trabaja junto a María Bruzzone, hija del pintor Alberto Bruzzone, y al arquitecto Juan Pablo Corti.
Ubicado en la avenida Independencia al 2700, el edificio que nació como cine tuvo, desde que dejó de funcionar como sala, diferentes usos. Y hace varios años que se encuentra cerrado.
Recientemente, la firma constructora Dinal informó que levantará un edificio ecológico en el predio y decidió conservar los dos murales, que Castagnino ideó inspirado en las proezas de José de San Martín: el cruce de los Andes y la despedida de Uspallata.
“Los murales están protegidos porque son patrimonio histórico municipal“, aportó Minuchín, quien es restauradora formada en España y egresó de Bellas Artes en la ciudad de La Plata. Además, actualmente se dedica a la restauración de las obras permanentes que tiene el Museo de Arte Juan Carlos Castagnino, que funciona en la Villa Ortiz Basualdo.
La restauradora celebró que el destino de estas obras no sea la demolición, tal como ocurrió en otros casos, sino su puesta en valor.
Técnicamente se los conoce como “murales al fresco” y Castagnino los pintó prácticamente solo: lo ayudó una sobrina, contó Minuchín, dato que obtuvo a partir de ponerse en contacto son los familiares del destacado artista.
De grandes dimensiones, las pinturas tienen siete metros por cuatro aproximadamente. Cuando el edificio se encuentre terminado, el público podrá recorrerlos y conocerlos, ya que estarán ubicados en un sector comercial destinado a un paseo de compras.
Al ingresar al edificio, Minuchín encontró que ambos murales “se encontraban en mal estado”, debido a que las condiciones ambientales no eran las ideales.
El diagnóstico de las obras fue un deterioro biológico, alteraciones cromáticas por suciedad, fisuras y grietas estructurales fruto del movimiento de los muros soportantes y de todo el movimiento de las paredes por el intenso tráfico en la avenida Independencia, relató.
E indicó que este trabajo tiene para ella un significado especial. “Restaurar esos murales es lo que quise hacer desde que volví a Mar del Plata”, después de trabajar en Barcelona y Madrid, contó.
Otras obras de Castagnino se encuentran en el edificio Alfar, barrio del sur de la ciudad y en el Colegio Mariano Moreno, dijo la restauradora. Pero señaló que desconoce el estado en el que se encuentran ambos murales.