Lo hizo el concejal Diego García, de Unión por la Patria, en un proyecto de comunicación.
El concejal Diego García (Unión por la Patria) presentó un proyecto de comunicación para que el Ejecutivo local informe la planificación en materia de gestión ambiental de residuos especiales. como pilas y baterías en desuso, así como las estrategias elaboradas para la recuperación de materiales metálicos que se desprenden de esos elementos.
La bancada opositora explicó que “las pilas y baterías se encuentran formadas por distintos elementos químicos y metálicos que, una vez finalizada la vida útil producto de la corrosión que sufren en sus carcasas externas, pueden derramar sus electrolitos, que a su vez se disuelven y arrastran a los suelos y al agua”.
“Por esta razón, las pilas y baterías en desuso, de cualquier tipo, se clasifican como residuos peligrosos universales”, indicó el bloque. Y mencionó que hay diversas formas de darle tratamiento a este tipo de residuos, como la inmovilización de su contenido peligroso, ya sea mediante la vitrificación, cementación o ceramización, que usualmente se realiza dentro de tubos de PVC que posteriormente se sellan, aunque esto no resuelva la utilización o destino de los materiales resultantes.
Mencionó que “hay otros procesos de tratamiento para su reciclado que favorecen el cuidado del medio ambiente y la economía circular”.
Desde 1993 rige en General Pueyrredon una ordenanza que encomienda al Departamento Ejecutivo al almacenamiento de pilas eléctricas en desuso recolectadas por entidades públicas y privadas dentro de contenedores especialmente afectados y adaptados.
La norma establece específicamente el tratamiento de este tipo de residuos y señala que debe ser el gobierno municipal el encargado de establecer dichos procedimientos y criterios a fin de evitar la contaminación del ambiente.
“En el mismo sentido, se han presentado decretos y comunicaciones que van por el mismo camino: desde jornadas de trabajo para tratar la problemática de las pilas hasta informes al Ejecutivo municipal para conocer la recolección mensual en los recipientes ‘comepilas’, implementados en la vía pública y en lugares privados con el objetivo de recibir las pilas o baterías agotadas o sulfatadas”, indicó UxP.
García sostuvo que no hay “información oficial ni clara sobre qué se debe hacer con las pilas o baterías”. Mencionó que puede verse “un segmento dentro de la página de la Municipalidad que indica que las pilas botón y las baterías recargables no deben tirarse en bolsas de residuos, aunque sí las pilas alcalinas comunes”. Esto, a su entender, “no es recomendable porque se trasladan junto a toda la basura de la ciudad y termina siendo un foco de contaminación”. La propia página “afirma que las pilas alcalinas contaminan hasta 175.000 litros de agua”, hizo notar el edil.
A su entender, “el acceso a la información resulta uno de los puntos claves en el desarrollo y evaluación de políticas públicas”.