Se trata de la directora general de Educación, quien ejerció el cargo durante 9 meses. Atribuyen su alejamiento a desacuerdos con la titular del área, Ana María Crovetto.
La directora general de Educación municipal, Teresa Capurro, presentó su renuncia y se convirtió en el funcionario número 30 en dimitir a la gestión de Carlos Fernando Arroyo.
Capurro duró 9 meses en el Ejecutivo, al que se sumó de la mano de Susana Rivero, subsecretaria de Educación Municipal y pareja del intendente.
Aunque oficialmente no se dieron a conocer los motivos de su renuncia, muchos hablan de la falta de gestión y de apoyo por parte de Ana María Crovetto, quien está al frente de la Secretaria de Educación. Capurro, quien se destacó en sus meses de trabajo por ser quien más interactuó y buscó dar soluciones desde la dependencia ubicada en Catamarca 2930, dio el portazo a fines de diciembre pasado.
La ex funcionaria se había sumado a la Secretaría de Educación en medio de polémicas.
Amiga y compañera de trabajo de Arroyo y de Rivero durante su paso por la Escuela Media Nº2 -donde el Intendente fue director-, su designación causó malestar. Primero porque ya se habían registrado críticas por la cantidad de parientes y amigos nombrados en el área. Y segundo, porque ya había una Directora de Educación de carrera, por lo que huno que crear una Dirección General especialmente para ponerla en funciones.
Pese a todo, en la cartera educativa municipal muchos lamentaron su partida.